Un atentado sacudió este jueves a la ciudad alemana de Hamburgo. Un hombre armado ingresó a un templo de los Testigos de Jehová y abrió fuego contra los feligreses, matando a siete personas, entre ellas al bebé de una mujer embarazada. Luego, subió al piso superior y se suicidó de un disparo.
Según informes de la policía y la fiscalía citados por Reuters, el atacante tenía 35 años, era alemán y también había sido Testigo de Jehová, por lo que las primera hipótesis descartan que el atentado haya tenido una motivación política. Habría utilizado para estos crímenes una pistola semiautomática que poseía legalmente desde diciembre, pero al allanar su casa encontraron 15 cargadores con municiones.
De acuerdo a las autoridades, quienes ofrecieron una rueda de prensa, había más de 50 personas en el templo del distrito de Alsterdorf , cuando el hombre inició la balacera. La rápida llegada de la policía lo forzó a subir corriendo al piso superior, donde se vio acorralado y finalmente se suicidó.
Sin embargo, los testigos del hecho y algunos videos dan cuenta de que inicialmente abrió fuego desde el exterior del edificio, a través de una ventana. Aseguran haber escuchado 12 disparos continuos.
Como saldo, murieron cuatro hombres, dos mujeres y el mencionado feto, cuya madre se salvó milagrosamente.
(Con información de Reuters)