Las escuelas de los niños palestinos en Gaza generalmente se caracterizan por tiendas de lona en medio de escombros que va dejado la guerra a diario.
Después de seis meses de guerra entre Israel y el movimiento islamista Hamás, cientos de escuelas han sido destruidas, dañadas o convertidas en refugios para las personas desplazadas por los combates.
Ante esta situación, una directora de escuela erigió una tienda en un campo en Rafah para enseñar a los niños refugiados en esta ciudad del sur de Gaza, donde se hacinan millón y medio de palestinos. Bajo las lonas de esta escuela improvisada, respaldada por asociaciones privadas, la treintena de alumnos de la profesora Hiba Halaweh han aprendido a leer sus primeras palabras.
La maestra, sin embargo, se muestra comedida. “Los niños están contentos de volver a la escuela, pero tienen muchas dificultades, empezando por la falta de cuadernos y bolígrafos”, explica.
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Iniciativas como esta permiten “sobre todo a los niños gestionar un poco el trauma”, dice Jonathan Crickx, portavoz de Unicef en los Territorios Palestinos. Pero la situación es “absolutamente dramática: 625.000 niños están en edad de ir a la escuela y ninguno ha tenido una sola hora de clase desde hace seis meses”, advierte.
Según informaciones tomadas por satélite y en el terreno por Unicef y varias oenegés, 67 por ciento de los 563 establecimientos educativos de Gaza sufrieron bombardeos y 82.5 por ciento resultaron dañados.
La ofensiva de represalia israelí ha dejado hasta el momento más de 33.000 muertos en Gaza, de ellos 14.500 niños, según el Ministerio de Sanidad de este territorio controlado por Hamás.
En tanto, los bombardeos continúan y este fin de semana se dio a conocer que Israel usa un programa de inteligencia artificial para sus bombardeos.
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El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo este viernes que está “profundamente preocupado” por los informes de que los bombardeos militares israelíes incluyen la inteligencia artificial como herramienta para identificar objetivos, especialmente en zonas residenciales densamente pobladas, “resultando en un alto nivel de víctimas civiles”.
Hablando con periodistas en la sede de la ONU en Nueva York, António Guterres dijo que “ninguna parte de las decisiones de vida o muerte que afectan a familias enteras debe ser delegada al cálculo frío de algoritmos”.
Destacó que ha advertido durante muchos años sobre los peligros de transformar la inteligencia artificial en armamento y reducir “el papel esencial de la agencia humana”. Para el líder de las Naciones Unidas, la inteligencia artificial debe utilizarse como una fuerza del bien para beneficiar al mundo y no para “hacer guerras a escala industrial, dificultando el proceso de rendición de cuentas”.
Publicado en cooperación con Newsweek