La semana pasada, Rusia anunció la puesta en marcha de un plan para desplazar misiles con cabezas nucleares hacia Bielorrusia, uno de sus mayores aliados militares, especialmente en la “operación militar especial” en Ucrania, como Moscú llama a la invasión iniciada en febrero de 2022.
Se trata del mayor movimiento de armas nucleares rusas fuera de sus fronteras desde la caída de la Unión Soviética, en 1991. El Kemlin viene amenazando con este movimiento desde el año pasado, lo que mantiene en alerta a los países occidentales, y especialmente a los aliados de la OTAN.
¿Bielorrusia se prepara para entrar en la guerra de Ucrania?
En ese marco, el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, aseguró este domingo por la noche que espera que otras naciones se adhieran a Rusia y a su país, sin temor a represalias, ya que hay disponibles “armas nucleares para todos”.
«Nadie está en contra de que Kazajistán y otros países mantengan las mismas estrechas relaciones que nosotros mantenemos con la Federación Rusa. Si a alguien le preocupa, (entonces) es muy sencillo: unirse en el Estado de la Unión de Bielorrusia y Rusia. Eso es todo: habrá armas nucleares para todos», sostuvo el mandatario, quien agregó que estas coaliciones deben “entenderse estratégicamente”.
De hecho, Rusia y Bielorrusia conforman oficialmente el Estado de la Unión, una alianza amplia que le ha permitido, por ejemplo, usar las fronteras de Bielorrusia con Ucrania para lanzar la invasión, y todavía sirve como una amenaza latente. Del lado bielorruso no solo hay tropas y equipos rusos, sino que también se utiliza la zona como plataforma de entrenamiento para soldados y reclutas.
En ese sentido, este domingo el Ministerio de Defensa de Lukashenko confirmó la llegada de los sistemas móviles de misiles tierra-aire rusos S-400, que en breve entrarían en combate en Ucrania, mientras Kiev pone en marcha su contraofensiva con armamento, tanques, aviones y municiones occidentales.
(Con información de Reuters)
