Dos hombres armados abordaron a un detective de alto rango de Irlanda del Norte y le efectuaron numerosos disparos, incluso cuando ya estaba en el suelo, dejándolo en grave estado. Las autoridades sospechan que pudo tratarse de un atentado por parte del Nuevo IRA, el grupo paramilitar que busca la reunificación de Irlanda y la total independencia del Reino Unido.
El miércoles por la noche, el inspector jefe John Caldwell se encontraba en la ciudad de Omagh ejerciendo su trabajo voluntario con jóvenes en un campo de fútbol. Al terminar el entrenamiento, guardaba las pelotas en su baúl, cuando los dos hombres se acercaron y comenzaron a dispararle delante de una gran cantidad de gente (incluso niños) que salieron corriendo a resguardarse. Los atacantes se dieron a la fuga y Caldwell fue trasladado de urgencia al hospital, en el que permanece en estado crítico.
Las primeras investigaciones apuntan a que se trató de un atentado planificado y ejecutado por el Nuevo IRA, el grupo nacionalista que sigue los pasos del temido grupo terrorista IRA, que tuvo su mayor actividad en las décadas del ‘70, ‘80 y ‘90, hasta el acuerdo de paz de 1998.
El auto de los presuntos atacantes fue encontrado calcinado a las afueras de Omagh, localidad de fuerte carga simbólica, ya que allí se produjo el peor atentado del IRA, cuando el grupo hizo explotar un coche bomba en una calle transitada y mató a 29 personas.
El ayudante del jefe de Policía, Mark McEwan, le dijo a la BBC: “Mantenemos la mente abierta, la investigación tiene múltiples vertientes. El objetivo principal son los disidentes republicanos violentos y, dentro de ellos, el Nuevo IRA«.
La sospecha se basa en los datos surgidos de la investigación y en el hecho de que las fuerzas de seguridad siguen siendo blanco de ataque del Nuevo IRA, que también tiene en su mira a periodistas. Por caso, en 2019 una célula asesinó a la reportera Lyra McKee. Pero hacía seis años que no se registraba un ataque armado contra policías: el último fue en 2017.
Dada esta relativa calma que se venía verificando, por primera vez en una década el Reino Unido había rebajado recientemente el nivel de amenaza terrorista relacionada con Irlanda del Norte, pasando de “grave” a “sustancial”, siguiendo los informes de inteligencia.
De acuerdo a la prensa británica, Caldwell investigó varios casos graves, incluyendo algunos vinculados a actividades terroristas. Por eso, el presidente de la Federación de Policía de Irlanda del Norte, Liam Kelly, señaló que eso pudo haberlo convertido en blanco para este atentado.
«Desgraciadamente, esto es un crudo recordatorio para nuestros colegas de que, 25 años después de la firma del Acuerdo de Viernes Santo, la labor policial en Irlanda del Norte sigue siendo una ocupación muy peligrosa y conlleva un riesgo extremo. Es evidente que estas personas han investigado lo que John estaba haciendo y se han aprovechado del hecho de que está trabajando como voluntario con los jóvenes y han utilizado ese foro para intentar asesinarlo. Es una auténtica barbaridad«, concluyó.
(Con información de Reuters)