En el día de ayer, Australia vivió su peor cifra de muertos por la pandemia. Registró su día más mortal y el mayor aumento diario de infecciones en tres días, lo que pone en duda las esperanzas de que se esté estabilizando una segunda ola el virus en el estado de Victoria.
Victoria informó de 21 muertes y 410 nuevos casos en las últimas 24 horas, poniendo fin a una serie de tres días consecutivos con nuevas infecciones por debajo de 400.
Un foco de infecciones en Melbourne, la capital de Victoria y la segunda ciudad más grande de Australia, obligó a las autoridades la semana pasada a imponer un toque de queda nocturno, a endurecer las restricciones a los movimientos diarios de las personas y a ordenar el cierre de grandes partes de la economía del estado.
El primer ministro de Victoria, Daniel Andrews, dijo que si bien el número de casos estaba disminuyendo, el impacto de las nuevas y estrictas medidas de cierre aún no se había reflejado en el número de casos.
«Todos sabemos que una semana no es el ciclo de vida de este virus y nuestros expertos se mantienen firmes en la opinión de que esto hará que las cifras disminuyan», dijo a los periodistas.
Solo Victoria y el estado más poblado del país, Nueva Gales del Sur (NSW), informaron el miércoles de nuevos casos de COVID-19, con un total de 428 infecciones detectadas en las últimas 24 horas. El virus ha sido eliminado en el resto de estados del país.
Las autoridades de Nueva Gales del Sur se esfuerzan por rastrear las infecciones relacionadas con un nuevo brote en una escuela de Sídney, lo que ha hecho temer una transmisión comunitaria más amplia que la conocida anteriormente en la ciudad más grande del país.
La primera ministra de Nueva Gales del Sur, Gladys Berejiklian, dijo que la actividad económica podría sufrir nuevas restricciones para evitar nuevos focos.
«Ciertamente hemos dado un período de gracia para que las empresas, las organizaciones y los diferentes establecimientos intensifiquen sus planes de seguridad de COVID y si no lo hacen tendremos que ir un paso más allá», dijo Berejiklian en una rueda de prensa.
Australia ha informado de poco más de 22.000 infecciones y 352 muertes por el virus, muchas menos por habitante que muchos otros países desarrollados.