El Ayuntamiento de Mariúpol, en el sudeste de Ucrania, afirmó que en esa ciudad portuaria «comenzaron a funcionar crematorios móviles rusos», en busca de «destruir cualquier prueba de crímenes» de parte de las tropas que responden al Kremlin.
“Los asesinos están cubriendo sus huellas. Los crematorios móviles rusos han comenzado a funcionar en Mariúpol. Después de la amplia cobertura internacional del genocidio en Bucha, el alto liderazgo de la Federación Rusa ordenó destruir cualquier prueba de crímenes de su ejército en Mariúpol«, indicó el municipio en un comunicado divulgado en redes sociales.
Según reportó el sitio web Ukrinform en su versión en castellano, la semana pasada «algunas estimaciones cautelosas indicaron la muerte de 5.000 civiles en Mariúpol«.
«Pero dado el tamaño de la ciudad, la destrucción catastrófica, la duración del bloqueo y la feroz resistencia, decenas de miles de civiles de Mariúpol podrían haber sido víctimas de los ocupantes», agregó.
El Ayuntamiento subrayó que «es por eso que Rusia no tiene prisa por dar luz verde a la misión turca y otras iniciativas para salvar y evacuar completamente Mariúpol».
Además, los invasores «están tratando de identificar a todos los testigos potenciales de las atrocidades de los ocupantes a través de los campamentos de filtración y eliminarlos».
De acuerdo con Ukrinform, colaboradores locales de las tropas rusas, entre ellos presuntos milicianos de la autoproclamada República Popular de Donetsk, se encargan de recoger y quemar los cuerpos de los residentes de Mariúpol «torturados y asesinados como resultado de la invasión rusa».
El municipio local apuntó especialmente contra Kostiantyn Ivashchenko, que se considera el alcalde del lugar: «Durante muchos años él y sus secuaces intentaron repetidamente tomar el poder, pero al final consiguió ser solo en el director del crematorio de Mariúpol», dijo el Ayuntamiento.
El alcalde de Mariúpol, Vadym Boichenko, enfatizó que el mundo no ha sido testigo de la magnitud de la tragedia en Mariúpol desde la existencia de los campos de concentración nazis.
«Los ruscistas han convertido toda nuestra ciudad en un campo de exterminio. Desafortunadamente, la espeluznante analogía recibe una confirmación cada vez mayor. Esto ya no es Chechenia o Alepo. Éste es el nuevo Auschwitz«, dijo Boichenko.
Según se informó, en Mariúpol -en la región de Donetsk-permanecen unos 130.000 civiles bloqueados por los invasores rusos, que -de acuerdo con autoridades ucranianas- impiden la entrega de ayuda humanitaria en la cuidad, convertida «en una gran ruina» por el asedio bélico ruso.
Fuente: www.noticiasargentinas.com