Bélgica es el primer país en el mundo en el que la Iglesia Católica bendecirá a personas del mismo sexo. El hecho tiene lugar en la región de Flandes, ubicada en la mitad norte de la nación europea, y allí las autoridades eclesiásticas le darán la bendición a homosexuales y demás miembros del colectivo LGBT.
Es un ritual en el que se proclaman dos oraciones y una bendición. Además, las dos personas realizan un compromiso.
«Dios de amor y fidelidad, hoy estamos delante tuyo circundados de familiares y amigos. Te agradecemos porque hemos logrado encontrarte. Queremos estar presentes, el uno para el otro, en todas las circunstancias de la vida. Expresamos con confianza que queremos trabajar sobre la felicidad del otro día por día. Oremos: danos la fuerza de ser fieles el uno al otro y profundizar nuestro empeño. Confiamos en tu cercanía, queremos vivir de tu Palabra, donados el uno al otro por el bien», precisa el texto.
No obstante, más allá de este rito, la Iglesia Católica considera que es una unión que no configura un «matrimonio religioso». El objetivo, acorde con las autoridades, es que los individuos puedan tener «un momento de oración» y la posibilidad de manifestar «su compromiso ante Dios y los demás» a fin de que «la gracia de Dios actué en ellos«.