El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, dijo hoy que se aplicará públicamente una vacuna contra el coronavirus para demostrar su seguridad a la población y se comprometió a mantener al principal asesor de la nación sobre la pandemia, Anthony Fauci, cuando asuma el cargo el próximo mes.
«La gente ha perdido la fe en la capacidad de que la vacuna funcione», dijo Biden a CNN en una entrevista.
Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas y miembro del grupo de trabajo del presidente Donald Trump para el coronavirus, se había reunido antes con los asesores de Biden sobre la pandemia. En la entrevista, Biden señaló que le pidió a Fauci que se quedara como asesor médico jefe.
En la entrevista realizada junto con la vicepresidenta electa Kamala Harris, Biden pidió al Congreso de EEUU que apruebe el proyecto de ayudas económicas de 908.000 millones de dólares propuesto por los moderados en el Senado de EEUU, que dijo deberían considerarse un «comienzo» para proporcionar asistencia durante la pandemia.
«La gente está sufriendo mucho», dijo Biden. «Están muertos de miedo».
Trump y el Comité Nacional Republicano dijeron que habían recaudado 207,5 millones de dólares desde las elecciones del 3 de noviembre. Trump ha pedido a sus partidarios que envíen dinero para financiar sus esfuerzos jurídicos para anular su derrota frente a Biden. Hasta ahora los esfuerzos han resultado infructuosos.
Trump, que no ha admitido su derrota, no se ha comprometido a asistir a la toma de posesión de Biden el 20 de enero. Biden dijo que la presencia de Trump sería importante «para demostrar al final de este caos que ha creado que hay una transferencia pacífica del poder, en la que las partes enfrentadas se estrechan la mano y avanzan».
Trump ha criticado en repetidas ocasiones la insistencia de Fauci en adoptar medidas drásticas para combatir la pandemia de COVID-19, que ya se ha cobrado 273.000 vidas estadounidenses.
Las muertes en Estados Unidos por la pandemia de coronavirus han aumentado en más de 2.000 durante dos días seguidos mientras se acerca la temporada más peligrosa del año. El miércoles se registraron casi 200.000 nuevos casos en Estados Unidos, con un número de hospitalizaciones que se aproxima a los 100.000 pacientes.
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