A pesar de que Rusia suspendió el tratado de control de armas nucleares y acusara a Estados Unidos de transformar a la invasión a Ucrania en un enfrentamiento global, el presidente norteamericano, Joe Biden, se reunió el miércoles de esta semana con los miembros del flanco oriental de la OTAN como una muestra de apoyo al gobierno de Volodímir Zelensky.
Además, un día antes, el martes, Biden estuvo en Polonia y manifestó su respaldo a Ucrania y a la OTAN, según informó la Agencia Reuters.
«Cuando Rusia invadió, no solo se puso a prueba a Ucrania. El mundo entero se enfrentó a una prueba histórica», aseguró el mandatario estadounidense en el Castillo Real de Varsovia, el día después de llevar a cabo una visita sopresa a Kiev.
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En esa línea destacó que tanto Estados Unidos como sus aliados en la OTAN afirmaron: «Sí, defenderíamos la soberanía. Y lo hicimos. Sí, defenderíamos el derecho de las personas a vivir libres de agresiones. Y lo hicimos» y remarcó: «Y defenderíamos la democracia. Y lo hicimos».
Por lo tanto, dejó en claro que «no debe haber ninguna duda: nuestro apoyo a Ucrania no vacilará, la OTAN no se dividirá y no nos cansaremos».
Por su parte, el martes pasado, el mandatario de Rusia, Vladimir Putin llevó a cabo una advertencia a Occidente respecto a Ucrania al suspender el último gran tratado de control de armas nucleares que tenía con Estados Unidos.
Putin le dijo a la cúpula militar y política rusa en Moscú que Estados Unidos estaba transformado la «operación militar especial» de Ucrania en un enfrentamiento mundial y fue ahí cuando comunicó la suspensión de la participación de Rusia en el Nuevo START (Tratado de Reducción de Armas Estratégicas).
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Mikhail Metzel
Luego, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia manifestó que tenía la intención de continuar respetando las limitaciones establecidas en el tratado acerca de la cifra de cabezas nucleares que podía desplegar.
En ese punto, el presidente Ruso remarcó que «las élites de Occidente no ocultan su propósito. Pero tampoco pueden dejar de darse cuenta de que es imposible derrotar a Rusia en el campo de batalla» y aseveró que «pretenden transformar un conflicto local en una fase de confrontación global». «Así es exactamente como lo entendemos todo y reaccionaremos en consecuencia, porque en este caso estamos hablando de la existencia de nuestro país», subrayó.
Biden rechazó lo dicho por Rusia respecto de que los aliados occidentales intentaban controlar o destruir a Rusia. Es más acusó a Rusia de crímenes contra la humanidad, como ataques contra civiles y violaciones.
Rusia negó acusaciones de Ucrania y sus aliados de crímenes de guerra y ataques contra civiles.
RUSIA CONTRA ESTADOS UNIDOS: LA BÚSQUEDA DE UNA POSIBLE SOLUCIÓN
El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, sostuvo que la suspensión del tratado nuclear por parte de Putin era «profundamente desafortunada e irresponsable». En la misma sintonía, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, consideró que convertía al mundo en un lugar más peligroso por lo que llamó a Putin a reveer su decisión.
El embajador chino ante la ONU, Zhang Jun, habló con la prensa y manifestó que el Nuevo START y otros instrumentos eran fundamentales para la arquitectura de la seguridad a nivel global por lo que hizo hincapié en que «las partes implicadas deben seguir negociando para encontrar una buena solución».
Acorde con el tratado, que finaliza en 2026, Estados Unidos y Rusia pueden verificar de manera física el arsenal nuclear de la otra parte, pero las tensiones en torno a Ucrania ya habían frenado esos chequeos.
Los aliados de la OTAN y otros partidarios mandaron a Ucrania decenas de miles de millones de dólares en armamento de guerra y munición, con la promesa de carros de combate modernos. Además ciertos de ellos evaluan los pedidos de Zelenski acerca de los aviones de combate y misiles de más alcance.
La invasión de Rusia a Ucrania representa la mayor guerra territorial en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Se trata de un conflicto que desplazó a millones de personas y que dejó a ciudades, pueblos y aldeas en ruinas al tiempo que desestabilizó la economía mundial. Alrededor de 8.000 civiles perdieron, según la oficina de derechos humanos de la ONU, que agregó que se cree que murieron miles de personas más.
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(Con información de Reuters)
