A través de su abogado, el expresidente de Brasil Jair Bolsonaro solicitó una visa de turista por seis meses en los EEUU para permanecer allí en condiciones legales a partir del miércoles 1° de febrero.
El exmandatario viajó a la Florida a finales de diciembre, pocos días antes de que se efectuara la asunción de Lula, pero lo hizo con una visa diplomática de presidente. Al cesar en ese cargo, tenía hasta el 31 de enero para regresar a Brasil o cambiar su condición como visitante internacional; en caso contrario, podría ser deportado.
A horas de caducar esa visa, Bolsonaro decidió no regresar por algún tiempo, argumentando que quiere “descansar”. Sin embargo, en Brasil lo espera un duro frente judicial respecto a la toma del Planalto, el 8 de enero pasado, hecho por el cual varios legisladores están pidiendo que sea llamado a declarar, mientras que el Tribunal Superior de Justicia (la Corte suprema) acordó abrir una investigación contra él por la presunta instigación del intento de golpe de Estado.
Pero también debe sortear escollos en EEUU: 41 miembros demócratas de la Cámara de Representantes (vale recordar que tiene 101 miembros) emitieron un documento pidiendo al presidente Joe Biden cooperar en la investigación en Brasil.
Pese estas campañas para que se le revoque la visa y no se le otorgue ningún tipo de protección especial, Bolsonaro hizo la presentación el viernes, según su representante legal, Felipe Alexandre.
«A él le gustaría tomarse un tiempo libre, despejar su cabeza y disfrutar de ser un turista en Estados Unidos durante unos meses antes de decidir cuál será su próximo paso», afirmó el abogado en respuesta a Reuters, y agregó: “Dependerá de él y de la estrategia que acordemos emprender en función de sus planes».
Desde el Departamento de Estado de los EEUU se negaron a comentar el tema, explicando que los trámites de visas son absolutamente confidenciales. En tanto, el abogado del exmandatario aseguró que Bolsonaro permanecerá allí mientras la solicitud esté en trámite.
(Con información de Reuters)