El recién nombrado ministro brasileño de Salud, Marcelo Queiroga, recomendó de inmediato el distanciamiento social para contener la pandemia de coronavirus. También dijo que habrá ajustes en la política del presidente Jair Bolsonaro, que hasta ahora ha ido en sentido contrario.
“Conseguiremos reducir las muertes con políticas de distanciamiento social que permitan disminuir la circulación del virus y mejorando la capacidad de nuestros servicios hospitalarios”, dijo Queiroga, designado el lunes por Bolsonaro como su cuarto ministro de Salud desde el inicio de la crisis sanitaria.
Queiroga, un cardiólogo de 55 años, pidió en una conferencia de prensa junto al todavía titular del cargo, Eduardo Pazuello, una “unión de todos los brasileños” para controlar la pandemia, que ya dejó en ese país más de 282.000 muertes y está en pleno auge en el país, causando alarma mundial.
“De nada sirve recomendar el uso de máscaras si la gente no es capaz de adherirse a ese tipo de medida sencilla. El gobierno recomienda, por ejemplo, reducir las aglomeraciones fútiles y la gente sigue haciendo fiestas los fines de semana, contribuyendo a la circulación del virus”, agregó.
“Conseguiremos reducir las muertes con políticas de distanciamiento social que permitan disminuir la circulación del virus y mejorando la capacidad de nuestros servicios hospitalarios”, dijo Queiroga.
La declaración es contraria a lo realizado por el mandatario de ultraderecha, quien ha mantenido una actitud escéptica sobre la gravedad de la enfermedad y ha promovido aglomeraciones, también llegó a minimizar el uso de cubrebocas y cuestionó la eficacia de las vacunas.
La directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa Etienne, afirmó el miércoles que “la situación en Brasil es una advertencia de que mantener este virus bajo control requiere una atención continua por parte de las autoridades de salud pública y de los líderes, para proteger a las personas y los sistemas de salud de su impacto devastador”.
Según un informe de la Fundación Fiocruz divulgado el martes, la pandemia provocó “el mayor colapso sanitario y hospitalario de la historia de Brasil”. De los 27 estados brasileños, 24 tienen una ocupación igual o superior al 80 por ciento de camas en las UCI, de acuerdo con el reporte.
Publicado en cooperación con Newsweek México / Published in cooperation with Newsweek Mexico
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