Lula Da Silva asumió ayer como nuevo presidente de Brasil y ya firmó 13 decretos a fin de dejar sin efecto medidas vinculadas con las armas y el medio ambiente establecidas por su antecesor en el cargo, Jair Bolsonaro.
En cuanto a las armas, el nuevo jefe de Estado suspendió la entrega de futuros permisos para la adquisición y puesta en marcha de clubes de tiro y además, pidió que se elabore un nuevo registro de todos los ciudadanos que compraron algún tipo de armamento en los últimos cuatro años. Como tercer punto, que se arme en su gobierno un área que fije nuevas políticas de desarme.
Respecto al cuidado del ambiente, puso en marcha de nuevo el Fondo Amazonia, formado por donaciones de Alemania y Noruega destinadas a proteger el Amazonas, órgano que dejó de funcionar con Bolsonaro en el 2019.
Otra de las resoluciones está vinculada a la minería y tiene que ver con el revocamiento de las licencias para explotar recursos minerales en el Amazonía y en tierras indígenas.
El nuevo líder brasileño también solicitó que en el próximo mes se revisen ciertas disposiciones sobre las que Bolsonaro había determinado un secreto de cien años relacionadas a la administración pública.
Por último, Lula sacó de un plan de privatizaciones, desarrollado por la gestión anterior, a las firmas del Estado: Petrobras, Correos y Empresa Brasil de Comunicación (EBC).
