Tras la victoria de Lula Da Silva en Brasil, el discurso de Jair Bolsonaro en el que no reconoció la derrota y las protestas en las rutas, el país limítrofe atraviesa un momento bastante complejo. Ante ese panorama, Emir Sader politólogo y sociólogo brasileño, charló con Antonio Fernández Llorente en La 990 e hizo hincapié en que «la gente quiere tranquilidad ahora, quiere que el país deje la inestabilidad y la incertidumbre que ha generado estos años de Bolsonaro«.
En esa línea recordó que «el mismo Bolsonaro fue a la televisión a hacer un pedido para que la gente manifieste su descontento, pero no use la violencia y obstruya las carreteras» y recalcó que «sabe que ese desgaste recae sobre la extrema derecha e incluso sobre él«. En ese punto, definió a las manifestaciones como «cosas exóticas que hacen en base a la desesperación por la derrota que han sufrido».
En ese contexto, afirmó que «hay varios artículos de la Constitución que deben ser reformados porque traen muchos problemas para la implementación de la democracia en Brasil» y en consecuencia, advirtió que «va a ser un problema que va a enfrentar el gobierno de Lula«.
Sobre el nuevo presidente, recalcó que «desde el domingo, incluso valiéndose del silencio de Bolsonaro, quien ocupa el espacio político es Lula«, debido a que, «recibió todo tipo de apoyo, negoció con gobernadores que eran bolsonaristas, parlamentarios del Centrao se le acercan a Lula. Además, de que logró un reconocimiento internacional impresionante«.
Es por eso, que adelantó que «esa idea de que Bolsonaro sea el líder de la oposición no va a funcionar» y subrayó que «ya no funciona» a raíz de que «se desinfla el sector de extrema derecha«. No obstante, alertó que «el bolsonarismo va a quedar como va a quedarse la extrema derecha» aunque aclaró que «no va a ser mayoritaria». Para concluir, diferenció: «El bolsonarismo va a seguir, pero no necesariamente Bolsonaro«.