El Gobierno de Brasil confirmó que enviará a su embajadora en Caracas, Gilvania Oliveira, a la ceremonia de toma de posesión de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela, programada para el próximo viernes 10 de enero.
Se trata de una decisión que marca un enfoque de cautela diplomática por parte de Brasil, que decidió no enviar ministros ni altos funcionarios al evento.
Sin embargo, la presencia oficial de Oliveira contrasta notablemente con la postura adoptada por Argentina, cuyo presidente Javier Milei se posiciona firmemente del lado de Edmundo González Urrutia, reconocido como el legítimo ganador de las elecciones venezolanas por numerosos líderes internacionales. Precisamente, el libertario lo recibirá en Buenos Aires este sábado.
Las relaciones entre Brasil y el régimen de Maduro se han deteriorado en los últimos años. Desde marzo pasado, cuando Brasil criticó la exclusión de una candidatura opositora en Venezuela, los vínculos se han tensado progresivamente.
Milei recibirá a Edmundo González Urrutia el sábado en la Casa Rosada
El veto brasileño a la inclusión de Venezuela en el bloque de los BRICS, decidido en octubre, fue un punto de quiebre, desatando ataques directos de Maduro hacia el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva. A pesar de estas tensiones, Brasil optó por mantener una relación limitada con Venezuela, evitando un rompimiento total.
Según el ministro de Exteriores brasileño, Mauro Vieira, las circunstancias imponen una reducción inevitable de las relaciones, pero no eliminan la necesidad de mantener canales diplomáticos abiertos.
Mientras tanto, González Urrutia continúa su ofensiva diplomática para consolidar respaldo global y presionar al régimen de Maduro. En las últimas semanas, el dirigente venezolano ha visitado la Unión Europea y se reunió con líderes como la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, buscando reforzar la oposición al intento de Maduro y Diosdado Cabello de extender su gobierno más allá del plazo establecido.
