Según un informe del Banco Central de Brasil, el país redujo levemente su previsión de inflación para todo 2022. En vez del 7,15% estimado en el pasado cálculo, ahora espera un 7,11%. En tanto, para 2023 se proyecta una tasa apenas mayor: del 5,33% al 5,36%.
La encuesta Focus, de la entidad oficial, calculó también que el aumento de los precios al consumidor será del 7,67% en comparación contra 2021; mientras que en 2023 habrá una inflación de esos rubros en torno al 5,09%.
Para el Gobierno de Jair Bolsonaro la meta para 2022 es de un 3,5%, mientras que la de 2023 es de un 3,25% (en ambos casos con un margen de error de 1,5 puntos), pero está claro que no se cumplirán, teniendo en cuenta el contexto internacional y los factores locales, en un año electoral.
Para el Banco Central brasileño la economía crecerá apenas por encima de lo esperado: 1,98% del PIB, frente al 1,97% de la estimación anterior. Y se mantiene la perspectiva de desaceleración, con un 0,4% previsto para 2023.
En cuanto a la cuestión cambiaria, se proyecta que al final de año el dólar esté a R$ 5,20, un aumento leve contra los R$ 5,3 por dólar actuales.
En resumen, la inflación sigue avanzando en Brasil, pero parece haberse estabilizado en esa alta meseta. Eso ha permitido mejorar las expectativas para el año entrante, aunque no lo suficiente para evitar un menor crecimiento de la economía, apenas por encima del 0%.
POBREZA RÉCORD
Mientras tanto, la Pontificia Universidad Católica de Rio Grande do Sul (PUCRS), el Observatorio de las Metrópolis y la Red de Observatorios de la Deuda Social en América Latina (RedODSAL) dieron a conocer un estudio con resultados preocupantes en términos sociales.
En 2021 se registró un récord en el número de personas en situación de pobreza: 19,8 millones de brasileños son pobres en las metrópolis del país.
Vale señalar que los datos comenzaron a medirse en 2012 en las 22 ciudades más densamente pobladas de Brasil. En la comparación con 2020, hubo un crecimiento del 3,8%.
Pero también dieron a conocer un dato que permite dimensionar mejor la problemática, y es que esos 19,8 millones de pobres representan el 23,7% de la población total de esos distritos (otro récord).
Además, unos 5,3 millones de brasileño se encuentran en la “pobreza extrema”, lo que equivale al 6,3% de la población de esas 22 ciudades y significa 1,6 millones de nuevos pobres extremos en un año.
De acuerdo al estudio, entre los factores que explican este incremento en 2021 contra 2020 están la eliminación de los planes de auxilio por la emergencia Covid, la creciente inflación y la lenta recuperación económica pospandémica. Pero, en una línea de tiempo más extensa, los problemas se arrastran desde 2014, y el proceso de deterioro se aceleró con el COVID-19. «La crisis ya veía preparándose. Estábamos en una situación muy mala y, encima, vino la pandemia», aseguró André Salata, profesor de Ciencias Sociales de la PUCRS.
Para establecer la línea de pobreza y extrema pobreza, se utilizaron los criterios del banco Mundial, que en reales marcan la cota en los R$ 465 (US$ 91) mensuales por cápita para determinar quién es pobre, mientras la de extrema pobreza tiene su techo en los R$ 160 (US$ 31) mensuales por cápita.
Fuente: www.noticiasargentinas.com
