El Reino Unido prepara a su Armada para patrullar sus aguas y detener a pesqueros con bandera de los países de la Unión Europa (UE), en una escalada de la negociación por un acuerdo comercial tras su salida del bloque que se definirá mañana y que, en el caso de no ocurrir, impactará de lleno en su economía ya golpeada por la pandemia.
Cuatro buques militares de 80 metros están listos para proteger a partir del 1 de enero próximo las 200 millas náuticas de aguas territoriales británicas donde pescadores franceses, neerlandeses, irlandeses y españoles faenan habitualmente desde hace siglos, informaron hoy medios locales.
La medida forma parte de un plan de contingencia, en caso de que las dos partes decidan abandonar mañana los esfuerzos para asegurar un acuerdo de libre comercio, el panorama más probable dada la situación actual de las negociaciones.
El Reino Unido abandonó la UE el 31 de enero pasado, pero ambos pactaron un periodo de transición hasta fin de año para darse tiempo de alcanzar un acuerdo que regule el comercio entre ambos.
El primer ministro Boris Johnson afirmó esta semana que es «muy, muy probable» que las conversaciones fracasen, con lo cual su país saldrá de la transición sin ese pacto y la relación comercial con sus socios europeos se regirá bajo las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Su contraparte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, mostró el mismo pesimismo y ya le comunicó a los dirigentes de los 27 Estados miembros del bloque que había «pocas» esperanzas de alcanzar un pacto, según indicaron a la agencia de noticias AFP varios participantes.
Las negociaciones siguen chocando con tres grandes escollos: el acceso de los pesqueros europeos a las ricas aguas británicas, las garantías de competencia leal exigidas por la UE a Londres a cambio de un acceso a su mercado único y cómo resolver las diferencias en el futuro.
Ante la primera de esas barreras que frenan un consenso es que Londres ya puso a disposición buques de su Armada con la potestad de «detener, inspeccionar y confiscar» todos los barcos pesqueros de la UE que operen dentro de la zona económica exclusiva, informó el diario The Guardian.
El almirante retirado Alan West, ex jefe del Estado Mayor naval, explicó que preparar el escuadrón de protección pesquera fue un movimiento sensato en caso de que las tensiones se extiendan.
«Es absolutamente apropiado que la Royal Navy (Marina Real britànica) proteja nuestras aguas si la posición es que somos un Estado soberano y el Gobierno dice que no queremos barcos pesqueros de ninguna otra nación allí», comentó a la radio BBC.
Las cuatro lanchas patrulleras dispuestas para el operativo formarían parte de una «enérgica medida de aplicación establecida para proteger los derechos del Reino Unido como estado costero independiente», que también podría incluir la vigilancia de helicópteros, indicaron las autoridades.
Algunos diputados conservadores, fuerza hoy en el poder en el Reino Unido, apoyaron la decisión y pidieron garantías para que la Marina se despliegue para proteger las aguas británicas
En ese sentido, el Ministerio de Defensa británico confirmó que llevó a cabo «una amplia planificación y preparación» para una serie de escenarios posbrexit a partir del 1 de enero, y tiene 14.000 personas en reserva para ayudar con la transición.
Este desacuerdo entre Londres y la UE impactó esta semana en la cotización de la libra esterlina que se devaluó frente al dólar, lo que llevó al Banco de Inglaterra a dar un mensaje de calma a los mercados, asegurando que el sistema financiero británico tiene las condiciones para resistir a los efectos del Brexit.
El Reino Unido es además uno de los países más afectados por la pandemia de coronavirus, con el mayor número de muertes en Europa, 63.000, y una contracción económica que se espera supere el 11% este año, la mayor del país en más de 300 años.
Una salida de la UE sin acuerdo comercial podría tener a largo plazo un costo económico casi tres veces superior que el impacto de la actual pandemia, según un estudio del instituto de investigación independiente «The UK in a Changing Europe».
El centro de investigación, que trabajó junto a la London School of Economics, estima que ante una falta de acuerdo el Producto Bruto Interno (PBI) británico perdería en 15 años un 5,7% en comparación con el nivel actual, frente al 2,1% debido a la pandemia de coronavirus.
Entre los problemas enumera los riesgos de largas colas del transporte de carga en la frontera, las dificultades que tendrán los ciudadanos británicos de trabajar y viajar en Europa continental, y los contratiempos en las conexiones de transporte de pasajeros y la cooperación judicial.