El oeste de Estados Unidos continúa siendo azotado por incendios forestales. Esta vez le tocó en plena temporada de vendimia, a la prolífica región vinícola de Napa Valley, cuyas bodegas ostentan la mitad del valor de venta al por menor de todos los vinos de California.
El incendio se extendió a lo largo de cerca de 809 hectáreas avivado por el viento, obligando a la evacuación de un hospital y cientos de hogares. Los equipos de bomberos salieron en masa, luchando por apagar las llamas que amenazaban a los vecindarios y viñedos en el extremo norte del famoso valle vinícola y las laderas colindantes, a unos 120 km al norte de San Francisco.
El domingo, las autoridades ordenaron la evacuación de unos 600 hogares, y se advirtió a los residentes de otras 1.400 casas que estuvieran listos para salir corriendo en cualquier momento.
Apodado «Glass Fire», el incendio, comenzó antes del amanecer cerca de Calistoga y creció hacia las comunidades adyacentes de Deer Park y St. Helena, con llamas que llegaron a un kilómetro del hospital Adventist Health St. Helena. Los 55 pacientes que allí se encontraban en ese momento fueron evacuados de forma segura en ambulancia y helicóptero en el transcurso de cinco horas desde aproximadamente las 7 de la mañana, dijo a Reuters la portavoz del hospital, Linda Williams.
«Teníamos ambulancias alineadas de toda el área de la Bahía», dijo, añadiendo que aunque el humo cubría la instalación, el cielo estaba lo suficientemente despejado como para evacuar mediante transporte aéreo.
Bomberos protegen una residencia de las llamas del incendio «Glass Fire» en un viñedo en Deer Park, California. Foto: REUTERS/Adrees Latif
El domingo, las autoridades ordenaron la evacuación de unos 600 hogares, y se advirtió a los residentes de otras 1.400 casas que estuvieran listos para salir corriendo en cualquier momento, dijo Tyree Zander, vocero del departamento forestal y de protección contra incendios del estado (CalFire). Los avisos afectaron al menos a 5.000 personas, añadió.
Por la noche, las llamas avivadas por vientos de hasta 80 km/h habían quemado unas 728 hectáreas de laderas cubiertas de hierba y bosques de robles, con poca o ninguna medida de contención, dijo Zander.
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