Las autoridades de la capital mexicana detallaron el jueves varias iniciativas medioambientales, la mayoría de generación de energía fotovoltaica, como parte de un plan para reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en una de las ciudades más contaminadas del mundo.
El proyecto, denominado «Ciudad Solar» y lanzado originalmente en enero, forma parte del Programa General Ambiental y de Cambio Climático del gobierno de Ciudad de México 2019-2024, y pretende rebajar en más de 25,000 toneladas las emisiones de CO2. «La estrategia de Ciudad Solar (…) lo que pretende es acercarse a la autosuficiencia energética», afirmó el secretario de Desarrollo Económico capitalino, Fadlala Akabani, en un acto público en conmemoración del aniversario de la expropiación petrolera de 1938.
El plan incluye la instalación de paneles solares en los 300 edificios públicos de la mole urbana de más de nueve millones habitantes, lo que generará una reducción de 12,120 toneladas de CO2 al año y un ahorro de 61 millones de pesos (tres millones de dólares) para las arcas capitalinas, especificó Akabani. Como parte de la iniciativa, se colocarán también placas solares en la gigantesca central de abasto -uno de los mercados más grandes del mundo- para disminuir en 13,852 toneladas la emisión de CO2.
«Hace unos días anunciamos la central eléctrica fotovoltaica más grande en el interior de una ciudad (en el mundo)», afirmó el funcionario sobre el proyecto. En ese mismo espacio comercial, que abarca un área de 327 hectáreas, se desarrollará una planta de biodiesel para la reutilización del aceite vegetal comestible usado en los locales de comida del recinto.
Ciudad de México, enclavada en un valle con más de 23 millones de personas, lidia con un problema crónico de contaminación por el intenso tráfico vehicular, enormes vertederos de basura a cielo abierto y miles de calderas industriales. Medioambientalistas denuncian también el impacto de la refinería Tula, en el estado vecino Hidalgo, que opera la petrolera estatal Pemex.