Beijing arremetió contra los líderes de Estados Unidos y Japón esta semana después de que el presidente Joe Biden y el primer ministro Fumio Kishida se encontraran muy alineados durante una cumbre de 90 minutos en la que China encabezó la agenda.
Durante la reunión virtual del 21 de enero, Kishida se convirtió en el segundo líder japonés de este siglo en unirse a EE. UU. para declarar oficialmente su preocupación por las políticas de China en Xinjiang y Hong Kong , así como su intimidación contra Taiwán . Biden y Kishida también advirtieron contra nuevos movimientos en torno a las islas Senkaku en disputa , actualmente bajo control japonés, y la Casa Blanca dijo que ambos líderes «resolvieron rechazar los intentos [de China] de cambiar el statu quo en el Mar de China Oriental y el Mar de China Meridional «.
Beijing reclama un derecho histórico sobre los islotes deshabitados en el Mar de China Oriental. Se refiere a ellas como las Islas Diaoyu y ha aumentado las patrullas navales y de la guardia costera en las aguas circundantes en los años transcurridos desde que el gobierno japonés «nacionalizó» el territorio en disputa en 2012. Si bien EE. islas, reconoce su condición de estar bajo administración japonesa. Durante sus conversaciones, Biden reafirmó los compromisos estadounidenses en virtud del artículo 5 del Tratado de Seguridad entre Estados Unidos y Japón, que cubre a los Senkaku.
Durante una conferencia de prensa regular el lunes, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, dijo que Biden y Kishida habían «tocado la misma vieja melodía» al difamar y atacar a China e interferir en sus asuntos internos. Diplomáticos chinos en Washington y Tokio protestaron por su declaración conjunta, dijo.
«Los asuntos de Taiwán, Xinjiang y Hong Kong son puramente asuntos internos de China», dijo Zhao. «La isla Diaoyu y sus islas afiliadas han sido territorio inherente de China desde la antigüedad. Ninguna cantidad de balbuceos y repeticiones de EE. UU. y Japón pueden cambiar el hecho objetivo de que las islas Diaoyu pertenecen a China».
Zhao, quien dijo que los dos países estaban «causando problemas y sembrando discordia», dijo que Washington y Tokio se habían aferrado a la » mentalidad de la Guerra Fría «, una de las frases favoritas de Beijing, cuyo uso alcanzó su punto máximo en la década desde que el líder chino Xi Jinping asumió el poder. Los rivales de China estaban «citando antagonismo ideológico» en nombre de la democracia y los derechos humanos, dijo.
La cumbre entre Estados Unidos y Japón del viernes se anunció inicialmente como el primer viaje de Kishida a Estados Unidos en su calidad de primer ministro, pero los gobiernos acordaron un formato virtual debido a las actuales preocupaciones de salud pública en medio de la propagación de la variante Omicron de COVID-19. Después del diálogo, un alto funcionario de la administración de Biden dijo a los periodistas que la alineación solitaria y estrecha entre los dos países estaba «en plena exhibición».
Una lectura publicada por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Japón dijo que Biden y Kishida «compartían la intención de coordinarse estrechamente para abordar varios problemas relacionados con China». Después de que Biden reafirmó el compromiso de EE. UU. con la defensa de Japón, Kishida, a su vez, respaldó a EE. UU. en el enfrentamiento en curso de la OTAN contra Rusia en medio de una acumulación de tropas a lo largo de la frontera oriental de Ucrania .
Biden podría hacer la primera visita a Asia de su presidencia cuando asista a la cumbre Quad en persona organizada en Tokio esta primavera.
Publicado en cooperación con Newsweek
