China informó del mayor aumento de casos de COVID-19 en más de 10 meses, con las infecciones en la provincia nororiental de Heilongjiang prácticamente triplicando sus datos. Se pone de relieve la creciente amenaza en vísperas de una importante fiesta nacional en la que suelen viajar cientos de miles de personas.
Las medidas de contención más intensas, como los cierres, las restricciones a los desplazamientos y las pruebas masivas, han ayudado a China a reducir los casos a una fracción de lo que experimentó en el punto álgido de la pandemia a principios de 2020. Pero el país aún no ha sido capaz de erradicar completamente la enfermedad, que ya ha matado a casi 2 millones de personas en todo el mundo, incluso cuando han comenzado las vacunaciones contra la COVID-19.
La Comisión Nacional de Salud (NHC, por sus siglas en inglés) dijo en un comunicado que 138 nuevos casos de COVID-19 fueron reportados el 13 de enero, una cifra más elevada que los 115 casos del día anterior y marcando el mayor salto desde el 5 de marzo. China también informó de una nueva muerte, el primer aumento en la cifra de fallecidos desde mediados de mayo.
Este brote, que se concentra en el noreste, y que está viviendo ahora su peor ola hasta la fecha, coincide con la llegada del equipo de expertos dirigido por la Organización Mundial de la Salud a Wuhan, donde la enfermedad surgió por primera vez a finales de 2019. El equipo pasará alrededor de un mes, incluyendo dos semanas de cuarentena, para llevar a cabo su investigación sobre los orígenes de la pandemia.
El brote coincide con la llegada del equipo de expertos de la OMS a Wuhan, que llevará a cabo su investigación sobre los orígenes de la pandemia.
En Hebei se registraron 81 de las 124 infecciones locales, mientras que en Heilongjiang se registraron 43 casos de ese tipo un día después de que se declarara el estado de emergencia. Más de 28 millones de personas se encuentran ya en cuarentena mientras las dos provincias tratan de frenar la propagación del coronavirus. No se ha determinado el origen exacto de este nuevo brote.
La nueva ola de infecciones llega antes de las festividades del Año Nuevo Lunar del mes que viene, momento en que millones de personas suelen viajar a sus ciudades de origen. El resurgimiento de la COVID-19 ya ha llevado a algunas provincias a desaconsejar que se realicen desplazamientos, lo que podría llevar a una reducción de los mismos y a un menor consumo durante este largo paréntesis.
El jueves, la autoridad sanitaria de Heilongjiang animó a 37,5 millones de residentes a pasar las próximas vacaciones del Año Nuevo Lunar en la provincia y a abstenerse de realizar viajes innecesarios.
A diferencia de muchos de los brotes que se produjeron en el país en 2020, las zonas más afectadas por el último pico de infecciones han sido los condados menos poblados y las aldeas más remotas.
El número de nuevos casos asintomáticos, que China no clasifica como casos confirmados, se elevó desde los 38 del día anterior hasta los 78. El número total de casos confirmados de COVID-19 en la China continental es ahora de 87.844, mientras que el número de muertes aumentó en una persona, hasta los 4.635.
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