China llevará a cabo una “evaluación de seguridad” de las herramientas de inteligencia artificial (IA), en medio del intento de los gigantes chinos de internet de diseñar instrumentos similares a ChatGPT.
China está muy atenta al desarrollo del robot conversacional estadounidense ChatGPT, lanzado en noviembre y capaz de formular respuestas detalladas en segundos a todo tipo de preguntas.
El sistema no está disponible en el país, pero ChatGPT es objeto de innumerables artículos y debates en las redes sociales, al tiempo que los gigantes tecnológicos chinos compiten por diseñar herramientas equivalentes.
Baidu, conocido por su motor de búsqueda, fue uno de los primeros grupos chinos en posicionarse en la IA seguido por Tencent (internet y videojuegos) y Alibaba (comercio electrónico).
Así, China quiere regular la llamada inteligencia artificial generativa, en pleno auge, y antes de ponerse a la venta, los productos que utilicen esta tecnología tendrán que “someterse a una inspección de seguridad”, según un proyecto de reglamento publicado este martes 11 de abril por la Administración del Ciberespacio de China.
La entidad reguladora, que somete su texto a los comentarios del público antes de aprobarlo, no especifica cuándo entrará en vigor la normativa. Los contenidos generados por la inteligencia artificial deben “reflejar los valores socialistas fundamentales y no incluir contenido relacionados con la subversión del poder del Estado”, dice el proyecto de reglamento.
LÍDER MUNDIAL EN SIETE AÑOS
Su objetivo es garantizar “el desarrollo sano y la aplicación estándar de la tecnología de inteligencia artificial generativa”, según el organismo. China aspira a convertirse en líder mundial de la inteligencia artificial en 2030, lo que supone revolucionar numerosos sectores, como la industria del automóvil y la medicina.
Baidu fue la primera empresa de su país en anunciar que estaba trabajando en un equivalente chino de ChatGPT. Su llamado Ernie Bot, presentado a la prensa el mes pasado, funciona en mandarín, está dirigido exclusivamente al mercado chino y de momento solo está disponible en versión beta.
El gigante del comercio online Alibaba presentó el martes su propio robot, llamado Tongyi Qianwen. El principal reto para los desarrolladores chinos en la carrera por la inteligencia artificial es idear un robot conversacional que funcione bien pero que no se salga del estricto marco de los contenidos permitidos.
China vigila estrechamente internet y sus medios de comunicación. Los censores eliminan cada día contenidos que critican la política estatal o que puedan crear malestar. Las redes sociales también están sometidas a un control estricto.
China, en la vanguardia de la regulación de nuevas tecnologías, ya pidió el año pasado a los gigantes de internet que revelaran sus algoritmos, el cerebro de muchas aplicaciones y servicios en internet y que suelen ser un secreto bien guardado.
Publicado en cooperación con Newsweek en Español