Luego de las masivas protestas contra las estrictas restricciones del Gobierno chino en el marco de su política de “cero Covid”, la administración de Xi Jinping decidió poner paños fríos y relajar las medidas sanitarias en medio de un pico récord de contagios.
Desde este miércoles, entraron en vigencia los cambios más radicales en estas duras políticas que están en vigencia desde hace tres años y que todavía mantienen ciudades enteras en aislamiento.
Una de las modificaciones más destacadas es que ahora las personas con síntomas leves o asintomáticas no deberán guardar cuarentena en uno de los enormes y masivos centros de aislamiento oficiales, sino que podrán hacerlo en sus casas. Otra, es que se ya no se requerirá un test negativo para viajar dentro del país.
A decir verdad, estas medidas ya estaban siendo aplicadas en unas pocas ciudades, pero la Comisión Nacional de Salud (CNS) anunció que ahora tendrán un alcance nacional.
La medida fue celebrada por la población, cansada de restricciones luego de tres años y de las últimas cuarentenas generales (que duraron semanas), por lo que el tema se volvió tendencia rápidamente en las redes sociales, tal es el caso de la popular plataforma Weibo.
La noticia también fue bien recibida por los mercados, que ahora vuelven a pensar en China como un país potente, que irá recuperando su producción de manera gradual. Según Reuters, los inversores piensan que esto podría dar nueva vida a la economía china y a la moneda, golpeada por la coyuntura internacional, con subas de tasas en EEUU y Europa.
Por caso, Zhiwei Zhang, economista jefe de Pinpoint Asset Management, aseguró: “Este cambio de política es un gran paso adelante. Espero que China reabra totalmente sus fronteras a más tardar a mediados de 2023″. Estas expectativas se basan no solo en la vuelta de los trabajadores a la producción masiva, sino también en una inminente relajación en las restricciones de viajes y una mayor previsibilidad.
En el aspecto político, ha quedado claro que el poder de Xi Jinping, que acaba de conseguir un tercer mandato por parte del Partico Comunista Chino (PCC), ha quedado socavado por las protestas históricas. Y la decisión se anunció luego de una cumbre del Politburó del partido realizada este martes.
De todos modos, los analistas no tienen claro si se trata de un cambio definitivo en la política de “cero Covid” impulsada y defendida por Xi, quien logró reprimir y disipar las protestas, pero aún así debió gestionar un descontento social evidente, especialmente en las grandes ciudades.
Por el momento, el Gobierno sostiene que el relajamiento de las restricciones no está vinculado a las protestas, sino a cuestiones epidemiológicas. Sin embargo, las cifras de contagios siguen siendo altas y China ostenta una baja inmunidad, producto del corto efecto de sus vacunas.
