Científicos del Instituto Pasteur de París informaron este miércoles que han descubierto en murciélagos del norte de Laos una cepa de virus “muy parecida a la del SARS-CoV‑2 que originó el covid-19”.
“Con el fin de comprender mejor la evolución del SARS-CoV-2 e investigar la posible presencia de coronavirus relacionados en el medio ambiente natural, investigadores del Instituto Pasteur de Laos y la Universidad Nacional de Laos llevaron a cabo una misión de campo a diferentes especies de murciélagos que viven en cuevas de piedra caliza.
“El análisis de las muestras recogidas permitió identificar la existencia de virus cercanos al SARS-CoV-2 en estos murciélagos. Estos virus reconocen células humanas con una eficacia similar a la de la cepa original del virus SARS-CoV-2”, informó la institución en un comunicado.
“La idea inicial era intentar identificar el origen de esta epidemia”, explicó a la AFP Marc Eloit, responsable del laboratorio especializado en el descubrimiento de nuevos patógenos en el Instituto Pasteur de París.
Tras análisis de las diversas muestras recogidas, y gracias a datos coincidentes, “sospechamos que algunos murciélagos insectívoros podrían albergar el virus”.
Las muestras fueron recogidas en una región que forma parte de un inmenso relieve kárstico, con formaciones geológicas calcáreas, ideales para albergar a colonias de murciélagos, que se extiende desde Laos hasta el norte de Vietnam y el sur de China.
“Laos comparte ese territorio común con el sur de China, lleno de cavernas donde viven los murciélagos, por eso decidimos explorar por ese lado”, explica Marc Eloit. Lo que sucede en esa zona es representativo de todo el ecosistema de las cuevas.
Las secuencias de los virus hallados en los murciélagos son casi idénticas a las del SARS-CoV-2 y los investigadores pudieron demostrar que es capaz de contaminar células humanas.
Sin embargo, los virus analizados carecían de lo que se conoce como “sitio de clivaje de la furina”, una función presente en el SARS-CoV-2, que activa la proteína Spike.
Esa proteína es la que permite al virus mejorar su poder de penetración en las células humanas, y por ello, es la clave del poder patógeno del virus que se ha propagado por todo el planeta, informaron los científicos.
“La existencia de estos virus descubiertos en el reservorio de murciélagos apoya la hipótesis de que el SARS-CoV-2 podría originarse en murciélagos que viven en los vastos relieves kársticos de la península indochina compartidos por Laos, Vietnam y China.
“Nuestros resultados tienden a demostrar que otros virus cercanos podrían representar un riesgo para la salud humana”, explicó Marc Eloit, jefe del Laboratorio de Descubrimiento de Patógenos del Instituto Pasteur y Profesor de Virología en la Escuela Nacional de Veterinaria de Alfort (EnvA).
Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek