A medida que se acercan las elecciones presidenciales en Brasil, previstas para el 2 de octubre, crecen las versiones de que el actual mandatario, Jair Bolsonaro, podría acudir a las fuerzas armadas para desconocer una posible derrota y quedarse en el poder.
De hecho, durante su reciente lanzamiento de campaña, afirmó: “El Ejército está de nuestro lado». Y eso se suma a su propuesta ante la Justicia electoral para que los militares puedan realizar un conteo paralelo, algo que fue desestimado por los jueces.
Dos días después de esas declaraciones, el secretario de Defensa de los EEUU, Lloyd Austin, viajó a Brasilia y envió un mensaje claro, que expresa la postura del presidente Joe Biden: Bolsonaro debe garantizar el proceso democrático.
«Una disuasión creíble exige unas fuerzas militares y de seguridad preparadas, capaces y bajo un firme control civil», aseveró Austin, y añadió: «Cuanto más profundizamos nuestras democracias, más profundizamos nuestra seguridad».
Como Bolsonaro, Austin es militar retirado (con grado de general, mientras que el brasileño fue capitán). Ambos mantendrán este miércoles una reunión bilateral, pero el funcionario estadounidense se apresuró a marcar la cancha sobre este aspecto.
Según lo consigna Reuters, un alto funcionario de defensa afirmó: “A la sede en su conjunto, va a llevar un mensaje muy fuerte y claro sobre la necesidad de que los militares respeten las democracias”.
En tanto, el representante estadounidense Tom Malinowski, demócrata y miembro de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, expresó una postura todavía más dura. “Austin debería simplemente dejar claro que los militares deben mantenerse al margen de las elecciones y permitir que cualquier disputa sobre las mismas se resuelva por medios constitucionales», le dijo a Reuters.
Y, en ese mismo sentido, agregó: “Y debería recordar a sus pares que la ley estadounidense restringe nuestra cooperación con militares extranjeros que participen en cualquier cosa que pueda parecerse a un golpe«.
Aunque los militares aseguraron públicamente que respetarán los resultados electorales, luego de las advertencias sobre un posible fraude, algunos oficiales se sumaron a esas hipótesis.
Por su parte, el exembajador de EEUU en Brasil, Thomas Shannon, señaló que los brasileños están esperando señales más contundentes respecto al grado de apoyo militar que podría recibir Bolsonaro en caso de perder.
En ese sentido, tanto Shannon como otros exfuncionarios coincidieron en que Brasil no responde bien a las amenazas, por lo que cualquier mensaje tiene que centrarse en la asociación entre Estados Unidos y Brasil, «en lugar de decir: ‘No hagas esto y no hagas aquello'».
Por caso, el Departamento de Estado estadounidense afirmó recientemente que confía en el sistema electoral brasileño, a pesar de la encarnizada campaña. «No queremos entrometernos en las elecciones de Brasil, en absoluto. Pero queremos asegurarnos de que se sepa que creemos que el sistema electoral de Brasil es creíble y capaz de gestionar unas elecciones libres y justas», aseveraron desde Defensa.
Y EEUU no está bromeando. «El riesgo de que algunos elementos de los militares acompañen los esfuerzos antidemocráticos debe ser tomado en serio», enfatizó Nicholas Zimmerman, exfuncionario de alto rango de la Casa Blanca. Uno de los temores es que pueda producirse en Brasilia un ataque como el que se vivió el 6 de enero de 2021 en el Capitolio de Washington, tras la derrota de Trump.