En Colombia, la Oficina de Derechos Humanos de la ONU hizo un llamado a la calma y pide esclarecer los hechos ocurridos este martes en Tulúa, una ciudad al norte de Cali, que resultaron en “una muerte violenta, un número indeterminado de heridos y el Palacio de Justicia incendiado”.
En un mensaje en Twitter, la oficina dijo estar en contacto con las autoridades y la sociedad civil y pidió “diálogo” para superar la situación. Según informaciones de prensa, el Palacio de Justicia quedó reducido a escombros después de un nuevo día de protestas en la zona que acabaron en disturbios y violencia en Tulúa, una ciudad ubicada en el departamento del Valle del Cauca, 94 kilómetros al norte de Cali, la capital regional y epicentro de las manifestaciones que comenzaron el pasado 28 de abril, informó la ONU.
La Oficina hizo un llamado a “proteger y respetar la vida”, “a la calma” y “al diálogo”. Este miércoles se convocó a un nuevo paro nacional con protestas en varias ciudades.
Al menos un joven murió durante una protesta que terminó con la quema del Palacio de Justicia del municipio de Tuluá. Camilo Andrés Arango, un universitario de 18 años, falleció al parecer por una herida de “arma de fuego” informó este miércoles el general Jorge Vargas, director de la Policía Nacional en una rueda de prensa.
Los hechos se produjeron la noche del martes, cuando una protesta pacífica fue interrumpida por dos hombres que atacaron con piedras a los uniformados y la emprendieron contra la sede judicial.
Según el funcionario, el cuerpo sin vida del joven fue llevado a un centro asistencial sobre las 10 de la noche. Otros dos civiles también recibieron disparos en medio de la violenta jornada, que dejó además 18 comercios saqueados, entre ellos un local de vehículos de donde fueron robadas 60 motocicletas.
Con información de AFP
Publicado por: Emma Landeros/ Publicado en cooperación con Newsweek