El presidente de Colombia, Gustavo Petro, enfrenta fuertes críticas luego de una marcha y contramarcha en las negociaciones de paz con las guerrillas que continúan movilizadas, especialmente el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
A fines de 2022 se acordó un cese del fuego durante el período de las fiestas, que ambas partes se comprometieron a respetar, y finalmente así fue. Pero poco antes de terminar el año, el mandatario anunció que se había acordado un cese del fuego por seis meses, con cinco grupos armados (incluyendo al ELN y a la disidencia de las FARC).
Pero días después, este martes, el ELN lo desmintió en un comunicado, en el que dice que solo se había tratado de una propuesta del Gobierno que debía ser analizada. Esta situación dejó mal parado a Petro en relación a un tema muy sensible para la población y la política.
En respuesta, este miércoles el Gobierno anunció la suspensión del alto el fuero y el inicio de una nueva ofensiva, mientras avanzan las negociaciones de fondo, con mediadores internacionales, para alcanzar la “paz total” prometida por Petro en su campaña.
De hecho, esta nueva vuelta a las acciones militares significa un escollo en las negociaciones que apuntan a poner fin a seis décadas de enfrentamientos, con un saldo de al menos 450.000 muertos, entre 1985 y 2018, además de millones de desplazados.
En 2016 se logró desmovilizar a la mayor parte de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y el diálogo con el ELN se continuó hasta 2019, cuando se hicieron estallar una bomba en la escuela de la Policía, en Bogotá, dejando 22 cadetes muertos. También siguen activos el Clan del Golfo y las Autodefensas de la Sierra Nevada, enfrentados entre ellos por el control territorial.
«Hemos decidido suspender los efectos jurídicos del decreto y en el siguiente ciclo se reactivaría el diálogo sobre ese particular», dijo el ministro del Interior, Alfonso Prada, en una declaración a periodistas en la sede de la Presidencia.
Y agregó: “Dada la voluntad de paz expresada por el ELN y mientras se estudia en la mesa de diálogo el protocolo del cese bilateral, invitamos a esa organización a declarar una tregua verificable en respuesta al imperativo llamado de las comunidades de mantener el cese bilateral y la no violencia en sus territorios«. Y se incluye también a otros cuatro grupos.
En ese sentido, confirmó que las Fuerzas Militares y la Policía Nacional llevarán adelante una ofensiva contra estas guerrillas, que contarían con unos 2.400 combatientes.