El tablero político en Francia tuvo un fuerte cimbronazo luego de que Marine Le Pen fuera inhabilitada para ejercer cargos electivos durante cinco años, impidiéndole competir en las elecciones presidenciales de 2027.
Dicho fallo provocó una implosión dentro de su partido, Agrupación Nacional (RN), ya que Le Pen lideraba las encuestas y su exclusión altera drásticamente la carrera por la sucesión de Emmanuel Macron.
Según la información publicada por The Economist, la justicia francesa encontró a Le Pen y a otros líderes de RN culpables de malversación de fondos públicos, al desviar 4,1 millones de euros del Parlamento Europeo entre 2004 y 2016 para financiar el partido. Aunque el tribunal determinó que la dirigente no se enriqueció personalmente, la colocó en el centro del esquema fraudulento. Como parte de la condena, deberá pagar una multa de 100.000 euros y cumplir una pena de prisión de cuatro años, dos de ellos bajo arresto domiciliario con brazalete electrónico.
La sentencia, calificada como “extremadamente severa”, incluye la inhabilitación inmediata, lo que significa que Le Pen no podrá ejercer cargos públicos ni siquiera mientras dure su apelación.
Esta decisión fue impulsada por los fiscales desde el juicio en noviembre. Mientras que algunos coacusados recibieron penas menores, otros, como Louis Aliot, alcalde de Perpiñán, evitaron sanciones inmediatas. La propia Le Pen había advertido que una condena de este tipo sería “profundamente antidemocrática”, y su sucesor político, Jordan Bardella, denunció que “la democracia francesa ha sido ejecutada”.
En el seno de RN, la incertidumbre es total. El partido no tenía un Plan B para las elecciones de 2027, y Bardella, aunque popular y con gran presencia en redes como TikTok, aún no está consolidado como un candidato de peso.
Hasta ahora, se preparaba para ser primer ministro bajo el liderazgo de Le Pen, pero no para encabezar la campaña presidencial. A corto plazo, la líder ultraderechista podría seguir ejerciendo presión política en la Asamblea Nacional, donde su partido ya ha desestabilizado al gobierno minoritario del centrista François Bayrou.
A nivel electoral, la condena genera un escenario ambiguo. Según The Economist, los votantes más recientes de RN podrían alejarse tras conocer los detalles del caso, afectando el intento de Le Pen de “normalizar” la imagen del partido. Sin embargo, sus seguidores más leales, identificados con su discurso antisistema, podrían ver en este fallo una confirmación de que el “sistema” está en su contra.