Cuatro personas murieron a causa de la fiebre hemorrágica del Ébola en Guinea, las primeras víctimas desde 2016, año en el que la Organización Mundial de la Salud declaró el fin de la epidemia que dejó 11.300 muertos.
«Estamos realmente preocupados, ya hay cuatro decesos de la fiebre hemorrágica del Ébola en la región de Nzérékoré», (sureste) en la parte forestal de Guinea, declaró el ministro de Salud, Rémy Lamah.
Ségun el director de la Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria, Sakoba Keita, citado por el portal GuinéeMatin, una profesional de la salud cayó enferma a finales de enero y falleció «entre el 27 y 28 de enero».
«Entre quienes participaron en su entierro, ocho personas presentaron síntomas: diarrea, vómitos y hemorragias. Tres murieron y otros cuatro están hospitalizados en Nzérékoré«, explicó Keita.
Tanto Keita como el ministro de Salud indicaron que un laboratorio de Guéckédou había detectado la presencia del virus del Ébola en unos análisis, y que las autoridades esperan resultados de pruebas complementarias en pocas horas.
«Tomamos todas las medidas, un equipo de alerta está en el lugar para identificar los casos de contacto», declaró Lamah, subrayando que no había habido «ninguna reaparición (del virus) desde 2016».
«Como humano, estoy preocupado, pero me mantengo sereno porque gestionamos la primera epidemia y la vacunación es posible. Habrá una reunión de crisis mañana» agregó el ministro.
El virus del Ébola fue identificado por primera vez en Zaire, actual República Democrática del Congo, en 1976. Existen dos vacunas experimentales pero no hay ningún tratamiento capaz de curar el virus.
El desarrollo de vacunas contra el virus del Ébola se aceleró a raíz de la peor epidemia de esta enfermedad, particularmente letal, que empezó en diciembre de 2013 en Guinea y se propagó a Liberia y Sierra Leona.
La epidemia dejó más de 11.300 muertos de cerca de los 29.000 casos registrados, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), que declaró el fin de la epidemia en marzo de 2016.
La segunda epidemia de ébola más grave, que también fue la segunda registrada en República Democrática del Congo, fue declarada en agosto de 2018 en el este del país. Terminó oficialmente en junio de 2020, con un balance de 3.481 casos y 2.299 muertes, según la OMS.