En el nuevo informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Corea del Norte ha vuelto a afirmar que no ha registrado ningún caso de coronavirus, con lo que supuestamente mantiene un registro perfecto desde el inicio de la pandemia.
Ese país ha afirmado que desde 2020 no ha registrado ni un solo caso del virus debido a sus esfuerzos para cerrar rápidamente las fronteras, prohibir el turismo y poner en cuarentena a decenas de miles de personas.
Este miércoles, un representante de la OMS en Corea del Norte afirmó que, desde el inicio de la pandemia hasta el 1 de abril, en ese país se habían realizado pruebas a 23,121 personas para detectar el virus, y que todos los resultados habían sido negativos, de acuerdo con Associated Press.
El régimen comenzó a cerrar las fronteras del país en enero de 2020, cuando aparecieron los primeros brotes en las fronteras con China y Corea del Sur.
La frontera entre las dos Coreas está muy militarizada y es casi imposible de cruzar, pero la frontera norte con China es porosa y es una fuente clave de importaciones e ingresos monetarios para el empobrecido país.
Aun así, Pionyang, capital de Corea del Norte, restringió severamente el movimiento de personas y mercancías a través de la frontera, lo que redujo las importaciones de China en alrededor de 96 por ciento en marzo de 2020 en comparación con marzo de 2019.
Incluso se informó que Kim Jong Un había abandonado Pionyang para refugiarse del virus en el exclusivo balneario de Wonsan, situado en la costa este del país. El mandatario desapareció de la vista del público por varias semanas el año pasado, lo que suscitó especulaciones de que había muerto o se encontraba incapacitado.
Oficiales de inteligencia estadounidenses sugirieron que se encontraba en Wonsan para evitar el contacto con el coronavirus.
A pesar de todas las afirmaciones de éxito de Pionyang, ha habido informes de brotes en el país. En marzo pasado, el sitio web Daily NK, con sede en Corea del Sur, indicó que al menos 1,800 soldados norcoreanos habían sucumbido ante el virus, y que miles más se encontraban en cuarentena tras estar en contacto con personas infectadas.
Al inicio de la pandemia, Corea del Norte describió sus esfuerzos para mantener el virus fuera del país como “una cuestión de existencia nacional”. El país cerró sus fronteras, prohibió la entrada de turistas y expulsó a los diplomáticos.
El país todavía limita severamente el tráfico transfronterizo y ha puesto en cuarentena a decenas de miles de personas que han mostrado síntomas.
En un correo electrónico enviado este miércoles a AP, Edwin Salvador, representante de la OMS en Corea del Norte, dijo que, entre el 26 de marzo y el 1 de abril, 732 personas se habían sometido a la prueba de detección del virus.
Funcionarios de la OMS afirman que Corea del Norte ha dejado de proporcionar a ese organismo de NU el número de personas a las que ha puesto en cuarentena por mostrar síntomas sospechosos.
Mientras tanto, Corea del Sur ha anunciado que suspenderá temporalmente la administración de la vacuna de AstraZeneca a los trabajadores de la salud y a las personas que se encuentren en centros de atención a largo plazo y que tengan 60 años de edad o menos, mientras las autoridades de Europa investigan la posible relación entre esta vacuna y la formación de trombos en casos aislados.
Hasta ahora, Corea del Sur ha administrado las primeras dosis de vacunas contra el coronavirus a alrededor de un millón de personas tras iniciar su programa de vacunación masiva a finales de febrero.
Las vacunas de este país han sido principalmente las de AstraZeneca, producidas por la empresa local SK Bioscience. La suspensión se produjo mientras Corea del Sur informaba este miércoles de 668 nuevos casos del virus, el aumento más alto en un solo día desde hace casi tres meses.
Publicado en cooperación con Newsweek/ Published in collaboration with Newsweek
