Por Isabel van Brugen, de Newsweek
Corea del Norte ha dicho que probó con éxito un nuevo misil hipersónico propulsado por combustibles sólidos, un día después de que Corea del Sur y Japón detectaran un misil lanzado desde Pyongyang hacia el este.
La estatal Agencia Central de Noticias de Corea (KCNA) publicó el miércoles fotografías del líder Kim Jong Un supervisando el lanzamiento del Hwasong-16B, equipado con una ojiva planeadora hipersónica. Dijo que el nuevo misil de mediano a largo alcance demuestra la «superioridad absoluta» de la tecnología de defensa de Pyongyang y es una pieza clave de su disuasión de guerra nuclear.
En enero, Corea del Norte lanzó lo que dijo fue su primer misil hipersónico, y el Sur dijo que voló 620 millas antes de aterrizar frente a la costa este de la península de Corea.
Los misiles hipersónicos están diseñados para volar a una velocidad de más de cinco veces la velocidad del sonido, y sus ojivas maniobran en pleno vuelo, lo que los hace difíciles de rastrear e interceptar. Los misiles propulsados por propulsores sólidos no necesitan ser cargados inmediatamente antes del lanzamiento. Esto los hace más fáciles de lanzar con poca antelación, más difíciles de detectar y destruir, y más resistentes que los misiles que tienen un sistema de combustible líquido.
Corea del Norte ha desarrollado sistemas de combustible sólido con capacidad nuclear para «todos los misiles tácticos, operativos y estratégicos con diversos alcances», dijo Kim después del lanzamiento de prueba, informó KCNA.
El misil es «otra poderosa arma ofensiva estratégica» y Pyongyang ha logrado su objetivo de desarrollar misiles «con varios alcances, basados en combustible sólido, controlados por ojivas y portadores de ojivas nucleares», dijo el líder norcoreano.
Le daría a Pyongyang la capacidad de «atacar de forma rápida, precisa y poderosa cualquier objetivo en el lado enemigo en todo el mundo», añadió Kim, probablemente en referencia a Estados Unidos, Corea del Sur y Japón.
El ejército de Corea del Sur dijo que el misil viajó unos 600 kilómetros (372 millas) antes de aterrizar en aguas del Mar del Este entre Japón y Corea del Sur. KCNA ofreció cifras diferentes, diciendo que voló alrededor de 1.000 kilómetros (620 millas), alcanzando una altitud máxima de 101 kilómetros (62 millas). Sin embargo, Corea del Sur ha cuestionado esto, diciendo que las cifras eran exageradas.
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KCNA también dijo que había limitado el alcance del misil «por motivos de seguridad». «La prueba de fuego no tuvo ningún efecto adverso sobre la seguridad de los países vecinos», añadió KCNA.
El Estado Mayor Conjunto de la República de Corea dijo en un comunicado que «la distancia de vuelo afirmada por Corea del Norte (1.000 km) difiere del análisis de nuestro ejército y se considera una exageración», añadiendo: «Los resultados del análisis realizado por Corea del Sur Corea, Estados Unidos y Japón tienen más de 600 kilómetros», informó la agencia de noticias Yonhap, con sede en Seúl.
Publicado en cooperación con Newsweek