El nuevo presidente interino de Corea del Sur, Choi Sang-mok, fue denunciado por el Partido Democrático (PD), opositor al gobierno, acusado de no cooperar en la detención del presidente destituido Yoon Suk-yeol.
Un comité especial del espacio opositor hizo una presentación ante la Oficina Nacional de Investigación (NOI, por sus siglas en inglés), dependiente de la Agencia Nacional de Policía, por presunta “negligencia en el cumplimiento de sus deberes”.
El PD apuntó contra Choi por no haber ordenado al Servicio de Seguridad Presidencial (PSS) que cooperara en la detención del mandatario destituido; como también de no promulgar un proyecto aprobado por la Asamblea Nacional para establecer un fiscal a cargo de la investigación contra Yoon y los nombramientos de nuevos jueces.
En los últimos días, los investigadores de la Oficina de Investigación de la Corrupción de Funcionarios de Alto Rango (CIO, por sus siglas en inglés) intentaron llevar adelante la orden de detención contra Yoon Suk-yeol, pero hubo enfrentamiento con el PSS que no permitieron hacerla efectiva.
Al respecto, la oposición cuestionó que Choi “permaneció en silencio” ante estos hechos, algo que consideraron como un intento de retrasar el accionar contra el presidente destituido, que afrontará un juicio político.
