Fiscales y autoridades de Corea del Sur solicitaron este lunes el arresto del expresidente Yoon Suk Yeol, suspendido de sus funciones tras declarar brevemente la ley marcial a principios de diciembre.
Según el equipo de investigación conjunto, la petición se presentó en el Tribunal del Distrito Oeste de Seúl. Esta acusación, que incluye cargos de insurrección y abuso de poder, lo señala como responsable de ordenar al Ejército impedir que el Parlamento votara contra su controvertida decisión.
El anuncio de Yoon sobre la ley marcial, realizado en cadena nacional, buscaba según él combatir “elementos antiestatales”. Sin embargo, minutos después, legisladores intentaron revocar su decreto, lo que provocó una irrupción militar en el Parlamento. Tropas armadas escalaron cercas, rompieron ventanas e incluso emplearon helicópteros para ingresar al edificio, según reportes de la fiscalía. Yoon habría dado instrucciones específicas a sus comandantes, como utilizar la fuerza para desalojar a los legisladores, incluso si esto implicaba disparar.
Corea del Sur: el Parlamento aprobó la destitución del presidente interino Han Duck-soo
A pesar de ser suspendido por el Parlamento y enfrentarse a un juicio político, Yoon se ha negado a colaborar con los investigadores, ignorando citaciones para declarar. El expresidente habría discutido la posibilidad de implementar la ley marcial meses antes de ejecutarla, evidenciando una preparación previa al controvertido anuncio. Los intentos por registrar las oficinas presidenciales también fueron bloqueados por su equipo de seguridad, dificultando las investigaciones.
La tensión política aumentó cuando el primer ministro Han Duck-soo, sucesor interino de Yoon, enfrentó un proceso de destitución por el Parlamento tras negarse a colaborar en las pesquisas. Con su salida, el ministro de Finanzas, Choi Sang-mok, asumió como presidente interino, enfrentándose de inmediato a la crisis generada por el reciente accidente aéreo de Jeju Air, el peor desastre de la aviación civil en la historia del país, con 179 víctimas fatales.
El destino político de Yoon ahora depende de la decisión del Tribunal Constitucional, que podría confirmar su destitución permanente en los próximos días. De suceder, este hecho marcaría un precedente histórico en Corea del Sur, sumando un nuevo capítulo a la profunda crisis política que vive el país.
Mientras tanto, manifestantes continúan exigiendo justicia y la detención del expresidente, quien sigue en el centro de la controversia.
