Luego de que la Unión Europea alertara sobre importantes casos de corrupción en el Gobierno de Ucrania y condicionaran el envío de nuevos recursos a una política de mayor control, el presidente Volodímir Zelenski y la Justicia de ese país iniciaron una verdadera cruzada que está poniendo en jaque a altos funcionarios del Ejecutivo.
Ese ese el caso del ministro de Agricultura ucraniano, Mykola Solsky, quien está acusado de la adquisición ilegal de tierras estatales por valor de unos US$7 millones, causa por la cual fue detenido y este viernes fue puesto en libertad bajo fianza de 75,7 millones de grivnas (US$ 1,9 millones).
Según la agencia Reuters, Solsky negó desde el principio las acusaciones en relación a hechos ocurridos entre 2017 y 2021, antes de asumir como ministro de Agricultura (marzo de 2022). Este jueves, ante la orden de arresto, el funcionario presentó su renuncia, pero deberá permanecer en el cargo hasta que el Parlamento apruebe su dimisión.
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El caso de Solsky es el primero por presunta corrupción que se efectiviza en la Justicia, pero no es el primero en trascender mediáticamente. El año pasado estuvo al borde de la renuncia el ministro de Defensa, pero logró sobrevivir a la ola de señalamientos mediáticos y todo quedó en el olvido. También fue detenido el presidente de la Corte Suprema con una enorme cantidad de dólares escondidos en su casa, pero no forma parte del Ejecutivo.
Por el momento, el ahora exministro de Agricultura, de 44 años de edad, está siendo indagado y se investiga si hay motivos suficientes para imputarlo y realizar una acusación formal que derive en un juicio. De ser encontrado culpable, podría ser condenado a 12 años de prisión, según la legislación ucraniana.
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La Fiscalía sostiene que el ministro y otros 11 altos cargos organizaron una asociación ilícita para expropiar dos tierras a dos empresas estatales, que tienen un valor de 291 millones de grivnas (US$ 7,35 millones), y luego intentaron transferirla por un valor sumamente inferior.
Solsky tiene un rol clave también en el conflicto con Rusia, porque es un actor importante en las negociaciones internacionales por la exportación a través del Mar Negro de granos ucranianos, que abastecen a numerosos países, especialmente de Europa. Además, viene participando activamente en las reuniones para tratar la inclusión de Ucrania a la Unión Europea.
(Con información de Reuters)
