El Gobierno de China volvió a incrementar su presencia militar cerca de Taiwán, desplegando más de 50 aeronaves y buques de guerra en la región. Estas acciones forman parte de un operativo de gran escala que, según el Ministerio de Defensa taiwanés, no ha sido comunicado oficialmente por las autoridades de Beijing.
Desde la mañana del miércoles hasta la del jueves, se contabilizaron 34 aviones y 16 embarcaciones operando cerca de la isla.
En el operativo, al menos 22 aeronaves cruzaron la línea media del estrecho de Taiwán, ingresando a la Zona de Identificación de Defensa Aérea (ADIZ).
Taiwán exige a China el cese de la actividad militar en sus alrededores
Las incursiones, que incluyen cazas, helicópteros y drones, fueron descritas por Taiwán como una muestra de fuerza por parte del régimen de Xi Jinping, destinada a aumentar la presión sobre la isla y enviar un mensaje a Estados Unidos y sus aliados en el Indo-Pacífico.
La movilización china ocurre en un contexto de tensiones renovadas entre Beijing y Washington, agravadas por las críticas chinas a recientes visitas y encuentros del presidente taiwanés, William Lai, con funcionarios estadounidenses. Beijing sostiene que estas interacciones socavan la estabilidad regional y cruzan la «primera línea roja» de las relaciones bilaterales.
Fuentes de seguridad nacional sugieren que el despliegue militar habría sido planificado desde octubre, con la intención de demostrar la capacidad china de actuar estratégicamente en vísperas de la asunción de Donald Trump como presidente de Estados Unidos. La maniobra coincide con ejercicios anteriores donde China implementó restricciones aéreas en zonas próximas a Taiwán.
El gobierno chino reafirma su compromiso con el principio de «una sola China» y advierte que defenderá su soberanía e integridad territorial frente a lo que describe como actividades separatistas en Taiwán. A su vez, Taiwán y sus aliados denuncian estas acciones como una amenaza a la paz y estabilidad en la región.