Con un amplio despliegue militar y policial, las Fuerzas Armadas de Venezuela reafirmaron su lealtad a Nicolás Maduro a la espera de la ceremonia de asunción presidencial de este viernes. Además, el chavismo convocó a una «gran marcha» para el jueves, coincidiendo con la protesta organizada por la líder opositora María Corina Machado.
Diosdado Cabello, ministro del Interior y Justicia, anunció en las últimas horas: «Tenemos que garantizar la paz y seguridad de los invitados, y la paz y seguridad de los venezolanos. Van a venir presidentes y representantes de más de 100 países al acto de asunción de Nicolás Maduro».
Dicha convocatoria representa un claro desafío a la oposición, que también se movilizó en la víspera de la jura de Maduro. En este contexto, grupos de exiliados organizaron acciones de protesta internacional, incluyendo la toma de consulados y embajadas venezolanas en el extranjero.
Los llamados “comanditos” opositores, liderados por María Corina Machado, se organizaron para movilizar y proteger votos en las elecciones de julio. Sin embargo, sufrieron fuerte represión postelectoral, lo que incluyó 2.400 arrestos en la operación conocida como «tun tun».
Mientras tanto, Maduro se prepara para asumir un nuevo mandato de seis años, proclamado por el Consejo Electoral pese a denuncias de fraude.
La oposición, encabezada por Edmundo González Urrutia, aseguró tener pruebas de su victoria electoral. Este fue recibido por Joe Biden en Washington ayer, donde declaró su intención de regresar a Venezuela el mismo día de la asunción de Maduro. No obstante, Cabello amenazó con arrestarlo al llegar al país y ofreció una recompensa de 100.000 dólares por información que conduzca a su captura.
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En respuesta a un llamado de González Urrutia a las Fuerzas Armadas, el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, ratificó la lealtad militar a Maduro y calificó de “payasesco” el pedido opositor. Padrino declaró: “El próximo 10 de enero ratificaremos nuestro compromiso con la democracia venezolana y reconoceremos a Nicolás Maduro como presidente constitucional”.
Caracas amaneció bajo un fuerte operativo de seguridad. Encapuchados armados y fuerzas de seguridad se desplegaron por calles, avenidas e instituciones clave, en un intento de neutralizar protestas.
Soldados, policías, milicianos y miembros de los llamados “colectivos” patrullan en vehículos ligeros y motocicletas, evidenciando la militarización del país previo a la asunción de Maduro.
