La grave crisis política que se vive en Ecuador provocó un clima social insostenible. Hace dos semanas que el gobierno del presidente Guillermo Lasso afronta fuertes protestas de indígenas que ya dejaron un saldo de cinco muertos y que originaron un debate parlamentario sobre una posible destitución.
Desde que Lasso asumió a fines de mayo de 2021, buscó implementar un plan de reducción del déficit fiscal y de cumplimiento de las metas del Fondo Monetario Internacional (FMI), lo que provocó un descontento en la sociedad.
Entre sus medidas, eliminó los subsidios a los combustibles lo que automáticamente provocó un alto costo de vida, se incrementaron los precios de los alimentos y de los costos de los productores, sumado a la crisis global de los commodities. Los cortes de ruta y la toma de más de mil pozos en medio del estallido tienen en jaque al petróleo, principal rubro de exportación del país.
Según las agencias de noticias AFP y Sputnik, ahora el mandatario de derecha cedió a una reducción de 10 centavos de dólar que deja el precio del diésel en 1,80 dólares y el de la gasolina corriente en 2,45. Aunque los indígenas exigen bajar las cotizaciones a 1,50 y 2,10 dólares respectivamente para amortiguar la pobreza en sus territorios agrícolas.
Mientras tanto, el Congreso debate la posibilidad de destituir a Lasso, pues un sector de la oposición lo considera el responsable de la «grave crisis política y conmoción interna» que golpea al país desde el 13 de junio, con manifestaciones y bloqueos casi diarios.
Si las protestas continúan, el país podría dejar de producir crudo en las próximas 48 horas, de acuerdo con el Gobierno.
“Presidente Lasso, no sea cobarde. Llame a elecciones anticipadas. Yo lo hice en el 2009 y recibí el respaldo de mi pueblo”, dijo Correa en un video difundido a través de su perfil de Twitter.
La destitución del mandatario requiere 92 de los 137 votos posibles en el Congreso, donde la oposición tiene mayoría, aunque está fragmentada. De aprobarse la destitución, lo cual parece improbable, el poder lo asumirá el vicepresidente Alfredo Borrero, y se llamará a elecciones presidenciales y legislativas para el resto del período (hasta 2025).