Durante la noche del miércoles, el presidente francés Emmanuel Macron y la líder del partido Agrupación Nacional de extrema derecha, Marine Le Pen, discutieron tensamente durante de dos horas y media en un debate televisivo, la antesala del duelo en las urnas.
El próximo domingo será la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Francia y frente a las cámaras de televisión ambos candidatos del ballotage reflejaron sus visiones sobre el futuro del país donde hubo acusaciones y choques sobre Rusia y el proyecto de la Unión Europea. La laicidad y el referéndum sobre la inmigración y la prohibición del velo generaron los más vivos intercambios. Macron le advirtió que la prohibición del velo islámico generaría” la guerra civil” en los suburbios de Francia. “Usted está más disciplinada que hace cinco años, Madame le Pen», le dijo Macron, como un profesor, a la alumna, condescendiente. “Sí, es cierto”, respondió ella sonriente.
Otro de los puntos fuertes durante el enfrentamiento ante las cámaras fue la relación de Le Pen con Putin. El actual mandatario, favorito en los sondeos y que, además, ha ido ganando terreno estos días, criticó a Le Pen por estar «en manos de Rusia» por un préstamo impago que recibió de un banco ruso en las elecciones presidenciales del 2017, acusándola de depender del poder ruso. «Usted depende del poder financiero ruso y depende del señor Putin», dijo el jefe de Estado francés.
En respuesta a las críticas, Marine dijo que ella es “libre”. «Como soy un partido pobre, solo debe seguir reembolsándolo”, afirmó. Explicó que tomó el préstamo del banco ruso porque no pudo recibir uno de un banco francés. «¿Por qué me vi obligado a pedir un préstamo?» preguntó Le Pen. «Porque ningún banco francés accedió a darme un préstamo».
A pesar de los comentarios de Macron, Le Pen buscó distanciarse del Kremlin condenando la invasión rusa a Ucrania y diciendo que apoya la mayoría de las sanciones que ha impuesto Francia. «Estoy de acuerdo con todas las sanciones impuestas contra los oligarcas y bancos rusos, pero la única sanción con la que no estoy de acuerdo es la prohibición de las importaciones de petróleo y gas rusos porque no creo que sea el método correcto», dijo. «No creo que eso sea lo que dañará a Rusia».
La candidata ultraderechista también expresó su preocupación de que las sanciones y las críticas hacia Rusia los «arrojen» «a los brazos de China». “Que se convertirán en aliados tan cercanos en el futuro, que se convertirán en una superpotencia, tanto económica como monetaria, tal vez incluso militarmente”, dijo Le Pen. «Esto podría ser un gran riesgo para Occidente, para Europa y para Francia».