La agenda internacional del debate presidencial en los EEUU, entre Donald Trump y Kamala Harris, tuvo dos puntos centrales: la guerra entre Israel y Hamás y el conflicto entre Ucrania y Rusia, que ya lleva dos años y medio.
Para responde a la pregunta sobre qué haría en caso de ganar las elecciones el 5 de noviembre, Harris dijo que primero había que entender que “el 7 de octubre del años pasado Hamás, una agrupación terrorista, atacó salvajemente a Israel”.
Y fue taxativa: “Israel tiene derecho a defenderse, y cómo se hace no importa. Pero esta guerra debe acabar. Necesitamos un acuerdo de cese del fuego y liberar a los rehenes todavía cautivos”.
Siguiendo esa línea, sostuvo que su postura será la de transitar una senda hacia la consolidación de dos estados que puedan convivir en paz en esa región. Pero advirtió que ella siempre le daría a Israel todo lo necesario para defenderse de los ataques, sena de Irán o de cualquier otro potencial enemigo.
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Por su parte, Trump insisitó en que si él hubiera sido presidente ese ataque nunca se hubiera producido, de mismo modo que “Putin nunca hubiera entrado a Ucrania”.
“Ella odia a Israel”, exclamó el expresidente en referencia a la vicepresidenta. Incluso aseveró que una prueba de ellos es que ella no quiso participar en la recepción a Benjamín Netanyahu. Y agregó: “Si ella es presidenta, Israel no existirá en unos años”.
Harris se vio en la necesidad de aclarar el asunto y señaló que a lo largo de toda su carrera ha defendido a Israel. En cambio, consideró que Trump es un líder débil, capaz de ser conquistado a través de halagos por parte de los enemigos de EEUU.
En cuando a Ucrania, el moderador le preguntó claramente al candidato republicano si él deseaba que Ucrania ganara la guerra. Trump eludió dar una respuesta concreta: “Quiero que la guerra se acabe y ya no muera gente”.
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Una vez más, como a lo largo de su campaña, reiteró que, si es elegido, acabará con la guerra en 24 horas, incluso antes de asumir.
Pero también insistió en que es Europa la que debe pagar el costo de la defensa ucraniana, por ser la principal interesada. De acuerdo a sus datos, EEUU aportó al conflicto US$ 270.000 millones, mientras que Europa puso US$ 150.000.
Harris, por su parte, aseveró: “Urania se defiende gracias a nosotros”. Y agregó: “Si Trump fuera presidente, Putin ya estaría en Kiev”. A que el magnate respondió: “Si yo hubiese sido presidente, Putin se hubiese quedado en Moscú y estaría más contento de lo que está hoy”.
Finalmente, Trump aseguró que Harris es una pésima negociadora, ya que viajó a reunirse con Volodímir Zelenski y a los tres días se produjo la invasión. Harris aseguró que eso era mentira, ya que ella nunca viajó en carácter de negociadora, ni mantuvo reuniones con Putin.
