Las vacunas contra el COVID-19 están ayudando a reducir las infecciones en América del Norte pero en América Latina las vacunaciones apenas han comenzado, lo que aumenta el riesgo de que emerjan nuevas variantes peligrosas, dijo hoy la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
«Mientras el COVID-19 perdure en una parte del mundo, el resto del mundo nunca estará a salvo», dijo la directora de la OPS, Carissa Etienne, en una sesión informativa sobre la pandemia en la región de América. Esta semana, Colombia fue el primer país en recibir un lote de vacunas de Pfizer bajo el programa COVAX liderado por la Organización Mundial de la Salud y la coalición GAVI, que busca un acceso equitativo a un número limitado de dosis.Se espera que Perú reciba vacunas de COVAX la semana próxima, seguido por El Salvador y Bolivia, dijo la OPS.
Etienne informó que hasta el momento 93 millones de personas recibieron una vacuna de COVID-19 en la región. «La llegada de vacunas de (el programa) COVAX a nuestra región es un hito histórico y la culminación de meses de negociaciones y un compromiso con la solidaridad global», dijo. Un total de 28,7 millones de dosis de la vacuna contra el COVID-19 del programa COVAX serán entregadas en países de América hasta mayo de 2021.
Las infecciones siguen descendiendo en gran parte de América del Sur, pero la región de la cuenca del Amazonas enfrenta un alza de COVID-19 que demanda una respuesta rápida, dijo el brazo regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Etienne dijo que los estados amazónicos de Loreto, en Perú, Amazonas, en Colombia, y Acre, en Brasil, están teniendo las tasas de infección más elevadas y una alta ocupación de la terapia intensiva en sus hospitales.
Brasil ha sido puesto en alerta por un número de estados que han sobrecargado los hospitales debido a una segunda ola de la pandemia, que comenzó en la región del Amazonas y se complicó por la aparición de nuevas variantes del virus, según la OPS. El mundo continuará enfrentando escasez de vacunas durante gran parte del 2021 y las disponibles no están siendo distribuidas de manera equitativa, dijo la OPS.
«Los países ricos están desplegando vacunas, mientras muchas naciones aún deben recibir una dosis», dijo Etienne. «Cuanto más permitamos que el virus se propague, mayor será el riesgo de que más variantes peligrosas emerjan, lo que podría complicar los esfuerzos de control», agregó. Etienne dijo que durante la última semana, más de 1,1 millones de personas en la región de América se infectaron y casi 34.000 murieron por COVID-19, lo que representó el 55% de las muertes reportadas en todo el mundo.
