El organismo de la ONU para la infancia (Unicef) advirtió hoy que cerca de 10 millones de niños necesitan ayuda humanitaria en Afganistán, país en el que seguirá operando a pesar de la retirada de tropas estadounidenses y el ascenso al poder de los talibán.
«Prevemos que las necesidades humanitarias de los niños y mujeres aumentarán durante los próximos meses», dijo la directora ejecutiva del organismo, Henrietta Fore, en un comunicado distribuido a la prensa.
Según el documento, 1 millón de niños podrían sufrir desnutrición severa durante este año, a lo que se suma la previsión de una fuerte sequía, las consecuencias económicas de la pandemia de Covid-19 y la llegada del invierno.
«Esta es la terrible realidad a la que se enfrentan los niños afganos, y sigue siéndolo independientemente de los acontecimientos políticos en curso y de los cambios en el Gobierno», subrayó Fore, informó la agencia de noticias DPA.
Por eso Unicef, que lleva 65 años en Afganistán, aseguró que seguirá trabajando «sobre el terreno», y pidió a los talibanes que permitan a sus trabajadores tener acceso seguro y sin restricciones a los niños necesitados «estén donde estén».
«Estamos profundamente comprometidos con los niños del país y nos queda mucho trabajo por hacer en su nombre», señala la directora ejecutiva del organismo.
Fore mencionó como prioridades la vacunación contra la polio y el sarampión, el acceso a nutrición y refugio, y el acceso de las niñas a la educación, que se ve ahora amenazado por los talibán.