Tal como se había anunciado, el expresidente de los EEUU, Donald Trump, presentó el recurso de apelación a la condena que recibió esta semana por el abuso sexual de la escritora E. Jean Carroll en la década del ‘90.
Vale recordar que la víctima, que hoy tiene 79 años de edad, denunció que Trump la reconoció en una gran tienda de Nueva York y le pidió que lo ayudara a comprar ropa para una mujer. En ese momento, la metió por la fuerza en un vestidor, le golpeó la cabeza contra la pared y luego la penetró, todo sin su consentimiento. Recién pudo hablar del tema en 2017 y hacer la denuncia poco después, inspirada por el movimiento “Me Too”.
El tribunal de Manhattan, integrado por nueve jurados, decidió de manera unánime que Trump es culpable de abuso sexual, pero no se pudo establecer fehacientemente que haya existido violación. En ese sentido, la causa se mantiene en el ámbito de lo civil y no penal, imponiéndole una indemnización de US$ 5 millones, no solo por el abuso, sino también por la posterior difamación.
Por recomendación de sus abogados, y para acortar el proceso en el inicio de la campaña electoral, el líder republicano se declaró responsable civil de abuso y de la difamación, pero no de la violación. Pese a ello, en una entrevista realizada inmediatamente después del fallo con la CNN, Trump insistió en que no la conoce y no sabe quién es; de hecho, volvió a insinuar que se tarta de un angaño como parte de una “caza de brujas” en su contra.
De acuerdo a los registros judiciales, el expresidente notificó al Tribunal de Apelaciones del 2º Circuito de Estados Unidos que estaba apelando el veredicto, tal como lo había anticipado su abogado Joseph Tacopina.
¿Un “Me Too” contra Trump? Lo acusan de “comportamientos inapropiados” en la Casa Blanca
Esta apelación podría extender durante años la definición del proceso, y más todavía si finalmente Trump se impusiera en las elecciones presidenciales de 2024.
Ya lanzado en su precandidatura republicana, hoy es el amplio favorito para ganar la interna, con una enorme ventaja en las encuestas frente a su perseguidor más cercano, el gobernador de la Florida, Ron DeSantis. Sin embargo, el amplio frente judicial que enfrenta lo enfrenta a una posible derrota en las generales frente a Joe Biden, situación que preocupa al Partido Republicano y lo pone al borde de una fragmentación.
