Desde el 13 de junio cuando comenzaron los reclamos indígenas de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), exigiendo una reducción del precio de combustibles, el control de precios de productos agrícolas, la suspensión de actividades mineras y petroleras en territorios nativos, el Gobierno ecuatoriano no encontraba la manera de calmar las aguas.
Después de siete muertes, manifestaciones y cortes de rutas diarias, decenas de detenciones y desabastecimiento en algunas zonas agrícolas, recién el Gobierno de Lasso intentó descomprimir la situación al bajar 10 centavos el valor del diésel (1,80 dólares) y la nafta corriente (2,45), pero la Conaie lo consideró insuficiente.
Gracias a la mediación de la Iglesia, ambas partes pudieron poner fin a un clima social y político violento que hace 18 días afecta a todo el país. Este jueves llegaron a un acuerdo con el único objetivo de finalizar con los paros y las movilizaciones, a partir de una reducción adicional al precio de los combustibles además de proponer una mesa negociadora permanente, entre otros detalles. El punto de inflexión que destrabó la crisis fue cuando el Ejecutivo aceptó reducir 5 centavos de dólar adicionales a los 10 que ya le había quitado al precio al combustible y derogar el estado de excepción vigente en cuatro provincias.
“Logrando resultados y avances en los temas prioritarios de la agenda nacional el Movimiento Indígena oficialmente da por levantado la primera etapa del #ParoNacionalEcuador; en 90 días se evaluará el cumplimiento de los acuerdos y compromisos firmados en el acta”, escribió la Conaie en su cuenta de la red Twitter.
Mientras que el presidente Guillermo Lasso anunció: “Hemos alcanzado el valor supremo al que todos aspiramos: paz en nuestro país. Terminó el paro. Ahora empezamos juntos la tarea de transformar esta paz en progreso, bienestar, y oportunidades para todos”.
