Al cumplirse este viernes el aniversario de la guerra en Ucrania, el Gobierno de los EEUU anunció un nuevo paquete de ayuda para fortalecer las defensas ucranianas: serán US$ 2.000 millones en armamento para la ofensiva que se espera para la primavera boreal.
Sin embargo, Washington aclaró que este nuevo desembolso no incluirá el envío de los tan reclamados aviones F-16, pero sí más municiones para los Sistemas de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad (HIMARS) y diferentes tipos de aviones no tripulados, como los Switchblades y los CyberLux K8.
Además de esto, se informó que este mismo viernes Joe Biden se reunirá con los líderes del G7 y el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, para evaluar qué otra ayuda se puede brindar a las fuerzas ucranianas, que están sufriendo una embestida terrestre en el este, sin importar el costo en vidas de soldados rusos.
Pero, al mismo tiempo, Washington anticipó una nueva tanda de sanciones contra Rusia, tendientes a golpear sus exportaciones y socavar la capacidad de financiar una guerra de más largo plazo, tanto con sus ingresos como con recursos externos. La economía rusa cayó un 2,1% en 2022 y se espera una baja del 3% para 2023.
«Sancionaremos a otros actores vinculados a la industria rusa de defensa y tecnología, incluidos los responsables de reabastecer las reservas rusas de artículos sancionados o de permitir la evasión de las sanciones rusas», sostiene el comunicado de la Casa Blanca, que incluye penas para unas 200 personas y entidades y a una docena de instituciones financieras rusas.
En efecto, estas sanciones alcanzan a objetivos en Rusia y a «agentes de terceros países» en Europa, Asia y Oriente Medio que están apoyando el esfuerzo bélico de Rusia
Según Reuters, Biden se disponía a elevar los aranceles sobre los productos rusos importados a EEUU, incluyendo más de 100 metales, minerales y productos químicos rusos por valor de unos US$ 2.800 millones para Rusia. «También se aumentarán significativamente los costes para que el aluminio que se fundió o moldeó en Rusia entre en el mercado estadounidense con el fin de contrarrestar el daño a la industria nacional del aluminio», agregó la Casa Blanca.
Para ello, el Departamento de Comercio reforzará el control de las exportaciones a partir de una lista de cerca de 90 empresas rusas y de terceros países, incluyendo a China, a quienes señala por “facilitar” la evasión de las sanciones. «Estos listados prohibirán a las empresas señaladas la compra de artículos, como semiconductores, ya sean fabricados en EEUU o con determinada tecnología o software estadounidense en el extranjero», se informó.
(Con información de Reuters)
