Por Shamim Chowdhury, de Newsweek
El Gobierno de Estados Unidos endureció su postura sobre las polémicas elecciones presidenciales de julio en Venezuela al imponer sanciones a 16 aliados cercanos del presidente del país, Nicolás Maduro.
El Departamento del Tesoro explió que la razón detrás de las sanciones fue que creía que estos individuos habían obstruido la votación y cometido abusos contra los derechos humanos. Entre los afectados se encontraban funcionarios de alto rango, incluido el jefe del tribunal superior del país, así como altos líderes de las fuerzas de seguridad y fiscales.
La medida se produce tras el reciente exilio de Edmundo González Urrutia, el exdiplomático que representa a los principales partidos de la oposición y que asegura que ganó las elecciones del 28 de julio.
Con ambos partidos proclamando la victoria, la elección provocó disturbios generalizados y represión de la disidencia. Se realizaron más de 2.000 arrestos durante las protestas posteriores. Entre los arrestados había periodistas, políticos y trabajadores humanitarios.
Today, @USTreasury’s Office of Foreign Assets Control sanctioned 16 Maduro-aligned officials for electoral fraud. They obstructed a competitive and inclusive election process in Venezuela, violating the civil and human rights of the people. https://t.co/HB8QODVeQB
— Treasury Department (@USTreasury) September 12, 2024
Las autoridades electorales de Venezuela declararon a Maduro como ganador, pero no publicaron los resultados detallados de la votación, lo que provocó la condena mundial y acusaciones de falta de transparencia.
En respuesta a la indignación internacional, Maduro solicitó una auditoría al Tribunal Supremo de Venezuela, conducido por partidarios del partido gobernante, que posteriormente reafirmó su victoria.
Expertos de las Naciones Unidas y del Centro Carter, ambos invitados por el gobierno de Maduro para observar las elecciones, llegaron a la conclusión de que los resultados anunciados carecían de credibilidad.
En un comunicado en el que se anunciaban las sanciones el jueves, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, aseguró: «En lugar de respetar la voluntad del pueblo venezolano expresada en las urnas, Maduro y sus representantes han proclamado falsamente la victoria mientras reprimen e intimidan a la oposición democrática en un intento ilegítimo de aferrarse al poder por la fuerza».
«Hoy, Estados Unidos está tomando medidas decisivas contra Maduro y sus representantes por su represión del pueblo venezolano y la negación de los derechos de sus ciudadanos a una elección libre y justa», añadió el subsecretario del Tesoro, Wally Adeyemo, en el comunicado.
El Departamento de Estado también anunció nuevas restricciones de visas para los aliados de Maduro acusados de interferir en el voto y reprimir a los venezolanos, aunque no reveló nombres específicos.
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Esta última medida se suma a los más de 140 funcionarios venezolanos actuales o anteriores que ya fueron penalizados por el Tesoro.
El Departamento de Estado ha identificado a casi 2.000 personas que podrían enfrentar restricciones de visa por acusaciones de corrupción, socavamiento de la democracia o violación de los derechos humanos en Venezuela.
Mientras tanto, Maduro anunció a principios de este mes que la temporada navideña en Venezuela comenzaría el 1° de octubre. Muchos reaccionaron al anuncio diciendo que creían que se hizo para distraer a los venezolanos de los problemas políticos y económicos actuales del país.
Publicado en cooperación con Newsweek