El gobierno de Estados Unidos comenzará la próxima semana a procesar gradualmente a miles de solicitantes de asilo obligados a esperar en México bajo un controvertido programa puesto en marcha por el expresidente Donald Trump, dijeron funcionarios.
La medida es parte de un plan de la administración del actual mandatario, Joe Biden, para poner fin al programa, conocido como Protocolos de Protección al Migrante (MPP, por sus siglas en inglés), un esfuerzo complicado por la actual pandemia del coronavirus y las preocupaciones sobre la inmigración indocumentada.
Como una medida para limitar las crecientes solicitudes de asilo, Trump lanzó en 2019 el MPP, obligando a más de 65,000 migrantes, principalmente centroamericanos, a esperar en México la fecha de su audiencia en una corte en Estados Unidos, aunque se piensa que muchos ya no están en el país latinoamericano.
El gobierno de Biden comenzará a trabajar para procesar a unos 25,000 migrantes con peticiones activas en el programa, dijeron el jueves autoridades.
En una videoconferencia de prensa, la asesora fronteriza de Biden, Roberta Jacobson, aseguró el viernes que no habrá límite para aceptar solicitudes, pero que será prioridad procesar por ahora los casos pendientes de personas varadas en la fronteriza ciudad mexicana Matamoros.
Biden prometió durante su campaña que revertiría las restrictivas políticas de migración de la era Trump, incluido el MPP, conocido informalmente como «Permanecer en México».
Su gobierno suspendió los nuevos ingresos al programa cuando asumió el poder el 20 de enero, pero no presentó inmediatamente un plan para conseguir que aquellos que ya están en el programa esperen en Estados Unidos.
Los republicanos que apoyan las políticas migratorias de línea dura de Trump han criticado el fin del MPP y podrían usarlo para lanzar ataques políticos si aumenta la inmigración indocumentada durante el mandato de Biden.
RESTRICCIONES SIGUEN VIGENTES
Funcionarios estadounidenses han enfatizado en las últimas semanas que los migrantes no deberían intentar ingresar a Estados Unidos por ahora, argumentando que necesitan más tiempo para procesar las miles de solicitudes de asilo y por seguridad ante la emergencia sanitaria.
«Las personas que no son elegibles en esta fase inicial deben esperar más instrucciones y no viajar a la frontera», dijo el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, en un comunicado. «Debido a la pandemia actual, las restricciones en la frontera siguen vigentes y se harán cumplir».
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, respaldó ese mensaje el viernes, advirtiendo que los migrantes no deben pensar que «están abiertas las puertas de la frontera norte» como les han hecho creer traficantes de personas.
Durante una llamada telefónica con reporteros el jueves por la noche, tres funcionarios estadounidenses describieron los planes para revertir el programa y dijeron que la primera fase comenzará el 19 de febrero.
Según el plan, los migrantes deberán registrarse en organizaciones internacionales a través de Internet o por teléfono y esperar instrucciones. Una organización internacional les realizará exámenes por coronavirus mientras se encuentran en México.