Por Daniel Bush, de Newsweek (*)
El presidente Joe Biden ya estaba bajo una enorme presión política. Sus esfuerzos por recuperarse de un debate fallido estaban siendo insuficientes y un número cada vez mayor de demócratas lo instaban a dimitir. El ataque a Donald Trump ha vuelto a dar un vuelco a la carrera. Mientras Biden todavía lucha contra la percepción de que es demasiado frágil para el puesto, su oponente sobrevivió a un tiroteo y se alejó con el puño en alto. Ningún manual de campaña te prepara para enfrentarte a eso.
En privado, los demócratas están preocupados de que el intento de asesinato haya fortalecido las probabilidades de que Trump gane en noviembre o, al menos, haya complicado el camino del presidente hacia la reelección. Biden se pronunció enérgicamente contra la violencia y otros demócratas se unieron a los republicanos para condenar el intento de asesinato. Pero es poco probable que esa pausa bipartidista dure hasta hoy, cuando comienza la Convención Nacional Republicana en Milwaukee.
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Una serie de entrevistas de Newsweek con expertos, estrategas y otras personas del Partido Demócrata revelaron que se dividen en dos grupos. (A muchos se les concedió el anonimato para hablar con franqueza sobre las implicaciones políticas del ataque en lo que sigue siendo un momento crudo y sensible para la nación).
Algunos demócratas creen que la campaña de Biden debería esperar varias semanas, si no más, antes de reanudar una crítica a fondo del carácter y la aptitud de Trump para cumplir un segundo mandato en la Casa Blanca.
«El intento de asesinato consolida la ventaja de Trump», dijo Hank Sheinkopf, un veterano consultor demócrata que argumentó que perseguir a Trump ahora mismo sería contraproducente para Biden. Y agregó: «Ese es el problema que enfrenta Biden. ¿Cómo se compite con un mártir? Porque así es como los republicanos retratarán a Trump».
Otros dicen que Biden debería volver rápidamente a la ofensiva para evitar quedarse más atrás. Trump comenzó a alejarse de Biden en muchas encuestas nacionales y en campos de batalla en las semanas posteriores al debate presidencial del mes pasado en Atlanta.
«Biden tiene que golpearlo», dijo un demócrata que pidió no ser identificado, argumentando que frenar sería un error cuando faltan menos de cuatro meses para el día de las elecciones. «Entiendo ahora mismo la respuesta inicial de la campaña de Biden de querer dar marcha atrás, retirar los anuncios y hacer una pausa durante unos días. Pero Donald Trump no va a detener su campaña», dijo el demócrata. «Van a golpear a los demócratas en el Congreso Nacional Republicano y tenemos que responder».
Las diferentes estrategias reflejan el desafío que enfrenta Biden mientras los republicanos se reúnen en Milwaukee para entregarle a Trump la tercera nominación presidencial consecutiva del partido.
Mientras los demócratas debatían el mejor camino a seguir por Biden durante el fin de semana, el presidente pospuso las elecciones inmediatamente después del ataque.
Biden condenó rápidamente el ataque y acortó una visita de fin de semana a Delaware para regresar a la Casa Blanca. Biden habló con Trump por teléfono y la campaña del presidente también eliminó anuncios de campaña contra Trump para subrayar la condena de Biden al intento de asesinato.
En breves declaraciones en la Casa Blanca el domingo por la tarde, Biden dijo que estaba agradecido de que Trump se estuviera recuperando y describió su llamada telefónica como una «conversación breve pero buena».
«No hay lugar en Estados Unidos para este tipo de violencia ni para ningún otro tipo de violencia. Un intento de asesinato es contrario a todo lo que defendemos como nación», dijo Biden. Posteriormente pidió unidad en un discurso en horario estelar en la Oficina Oval el domingo por la noche, utilizando el escenario que los presidentes suelen reservar para dirigirse a la nación en momentos de crisis.
La respuesta inicial de Biden señaló cómo planea abordar la situación en los próximos días. Los comentarios estaban en consonancia con su deseo frecuentemente declarado de salvar las divisiones partidistas, uno de los temas centrales de sus campañas de 2020 y 2024. Los historiadores dijeron a Newsweek que estaba en línea con el enfoque adoptado por los presidentes y otros líderes que buscaron tranquilizar al público en respuesta a la violencia política de la década de 1960, cuando el presidente John F. Kennedy, Martin Luther King Jr. y Robert F. Kennedy fueron asesinado en un lapso de cinco años.
«Esto fue muy impactante para los estadounidenses que no vivieron los años ‘60», aseguró Ellen Fitzpatrick, historiadora presidencial de la Universidad de New Hampshire, sobre el ataque a Trump.
Pero los demócratas y analistas independientes señalaron que el enfoque de Biden en unir al país también tenía un propósito político al devolver la atención a su mensaje central de campaña y alejarla del escrutinio en torno a su edad y su capacidad para servir otros cuatro años. «El lado positivo para Biden en este caso es que ya no estamos hablando de su edad y agudeza y de la posibilidad de que se haga a un lado», dijo Rob Casey, socio de Signum Global Advisers, una firma de políticas y estrategias.
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Dentro del Partido Demócrata, tanto los partidarios de Biden que piensan que debería quedarse como aquellos que quieren que abandone la carrera dijeron que el intento de asesinato probablemente reduce las probabilidades de que Biden se retire. Los demócratas del Congreso que habían estado considerando unirse al creciente número de miembros que pedían a Biden que abandonara su campaña ahora tienen menos probabilidades de hacerlo, dijeron varias fuentes demócratas. Pero otros argumentaron que se aumentaría la presión sobre el presidente.
«Trump ya está por delante. El argumento de que necesitamos cambiar las cosas sólo debería ser más fuerte» ahora, dijo Aaron Regunberg, miembro de Pass the Torch, un grupo demócrata que ha organizado una campaña para presionar a Biden para que abandone su candidatura a la reelección.
Biden se ha resistido a los llamados a abandonar la carrera e insistió repetidamente, en las semanas previas al ataque a Trump, en que puede ganar en noviembre a pesar de las preocupaciones públicas de que es demasiado mayor para el puesto.
Un funcionario de la campaña de Biden dijo a Newsweek que el discurso de Biden en la Oficina Oval fue parte de un esfuerzo por enviar el mensaje de que los estadounidenses deben «poner fin a la violencia política en este país de una vez por todas». Biden planea reiterar este punto en una entrevista con NBC el lunes por la noche, la primera noche de la convención republicana, dijo el funcionario. «Tras la entrevista del presidente el lunes por la noche, tanto el Comité Nacional Demócrata como la campaña seguirán estableciendo el contraste entre nuestra visión positiva para el futuro y la agenda retrospectiva de Trump y los republicanos a lo largo de la semana», dijo el funcionario.
Un portavoz de la campaña de Trump no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios de Newsweek.
Los demócratas y republicanos que observaron la respuesta de Biden reconocieron que la propia reacción de Trump al tiroteo puede tener más impacto en las elecciones que cualquier otra cosa.
Trump estaba hablando en el escenario el sábado en un mitin en Butler, Pensilvania, cuando se escucharon disparos. Se agachó detrás del atril mientras los agentes del Servicio Secreto se apresuraban a cubrirlo. Momentos después, Trump se puso de pie, con el rostro ensangrentado, y levantó un puño en el aire mientras su equipo de seguridad lo sacaba del escenario.
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La imagen icónica fue transmitida en vivo por televisión y luego apareció en las redes sociales y en las portadas al día siguiente, ofreciendo a los estadounidenses un vívido recordatorio de los extraños instintos políticos de Trump.
Trump dijo más tarde en una publicación en su plataforma de redes sociales Truth Social que recibió un disparo en el oído pero que se encontraba bien y expresó sus condolencias a las otras víctimas del ataque. Una persona en la manifestación murió y dos personas resultaron heridas por el tirador, quien fue asesinado por las autoridades policiales en el lugar.
«Trump ha manejado esto muy bien», dijo Sheinkopf, el estratega demócrata.
Pero los demócratas y republicanos advirtieron que Trump podría perder rápidamente simpatía si cambia su retórica. En las semanas posteriores al debate, Trump se ha abstenido en gran medida de atacar la edad de Biden, al tiempo que ha adoptado una posición más moderada en cuestiones como el aborto y se ha distanciado del controvertido grupo Proyecto 2025. El historial de Trump sugiere que eso no durará mucho, dijo un demócrata que pidió no ser identificado.
«Lo pusiste frente a una multitud gritando y cantando su nombre y nunca lo había visto sin tocar para la multitud», dijo la fuente. «Me cuesta ver una situación en la que él salga al frente del Comité Nacional Republicano y no toque sus viejos éxitos».
«Esta es una oportunidad para que Trump cambie completamente el guión y una a la gente. Pero ese no es su ADN. No es él quien es», sostuvo un exasesor de Trump que pidió no ser identificado, y concluyó: «Trump es increíblemente inteligente. Sabe que hoy no es el día para apretar la tuerca. Pero en la convención veremos a Trump maximizar esto para su beneficio».
Publicado en en cooperación con Newsweek
(*) Acreditado de Newsweek en la Casa Blanca
