Por Gabriel Michi
Hay guerras visibles que esconden otras guerras invisibles. O, al menos, esa puede ser la intención de algunos de sus actores Es lo parece quedar en evidencia en Estados Unidos en la guerra desatada contra la red social de moda entre los jóvenes TikTok. Su origen -es china- puede explicar cuál es el verdadero objetivo que está en la mira de la clase política estadounidense. En las últimas horas, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó en forma mayoritaria y con el apoyo de republicanos y demócratas un proyecto de ley que podría desembocar en la prohibición TikTok en todo su territorio.
La iniciativa supone la negativa a comercializar esa red social a través de las tiendas de aplicaciones de EE.UU. si antes no se separa de su compañía matriz china llamada ByteDance, y de la que los legisladores y el gobierno estadounidense sospechan que utilizaría información de sus usuarios y que terminaría en manos de las autoridades estatales del gigante asiático.
La potencial prohibición de Tik Tok -que afectaría a utilizada por aproximadamente 170 millones de estadounidenses, la mitad de su población-, recibió 352 votos a favor en la Cámara de Representantes contra 65 que dijeron que no (50 demócratas y 15 republicanos). Aún se desconoce qué puede ocurrir con el proyecto en el Senado.
Para defender esta idea restrictiva, los legisladores argumentaron que TikTok representa una amenaza a la seguridad nacional porque el gobierno chino podría usar sus leyes de inteligencia contra ByteDance, obligándolo a entregar los datos de los usuarios que habitan en territorio estadounidense. Si la Cámara Alta la transforma en ley, el presidente Joe Biden promulgará la norma, conocida oficialmente como «Ley de Protección de los Estadounidenses contra Solicitudes Controladas por Rivales Extranjeros», sin demoras.
Si bien la iniciativa gozó del respaldo de legisladores de ambos partidos, en las últimas horas el ex presidente -y flamante candidato nuevamente a la Casa Blanca- Donald Trump se manifestó en contra de la prohibición, algo que sí había apoyado en el pasado. Aunque siendo primer mandatario más de una vez expresó su convencimiento de restringir esta red social en los EE.UU., ahora Trump sugirió su oposición a una prohibición, argumentando que si TikTok estuviera fuera de escena, Facebook sería el beneficiado pese a que «ha sido muy perjudicial para nuestro país».
Es conocido el encono personal que el magnate tiene con Mark Zuckerberg -dueño de Meta, Facebook, Instagram y WhatsApp- al que describe como «enemigo del pueblo». Trump también señaló que si bien TikTok representaba una amenaza a la seguridad nacional de Estados Unidos, pero que existe «ese problema con Facebook y muchas otras empresas también» . Y alegó: «Hay, ya sabes, muchas cosas buenas y muchas cosas malas en TikTok». Increíblemente, estas últimas ideas también son coincidentes con lo que piensan jóvenes demócratas.
Sin embargo, el representante republicano de Wisconsin Mike Gallagher, que preside un comité selecto de la Cámara de Representantes sobre China, negó que este proyecto de ley que fue aprobado signifique una prohibición de TikTok.
«No es una prohibición. Pone directamente en manos de TikTok la decisión de romper su relación con el Partido Comunista Chino. Mientras ByteDance ya no sea propietario de la empresa, TikTok podrá seguir… la estructura básica de propiedad tiene que cambiar», sostuvo Gallagher.
Por su parte, los creadores de TikTok y las autoridades políticas chinas pusieron el grito en el cielo por la votación de la Cámara de Representantes de EE.UU. La compañía denunció: «Esta legislación tiene un resultado predeterminado: una prohibición total de TikTok en Estados Unidos. El gobierno está intentando despojar a 170 millones de estadounidenses de su derecho constitucional a la libre expresión. Esto dañará a millones de empresas, negará audiencia a los artistas y destruirá los medios de vida de innumerables creadores en todo el país». Michael Beckerman, vicepresidente de políticas públicas de TikTok, publicó una carta dirigida a los copatrocinadores del proyecto de ley en la que señaló: «Esta última legislación, aprobada a una velocidad sin precedentes, sin siquiera el beneficio de una audiencia pública, plantea serias preocupaciones constitucionales».
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Desde el primer día que avanzaron con este proyecto, el CEO de TikTok, Shou Chew, buscó reunirse con miembros del Congreso y su empresa envió cartas a varios legisladores de la Cámara para que tomen nota de los rechazos a esta iniciativa que se demostró con miles de llamados que recibieron en el Capitolio de parte de ciudadanos que rechazan la medida y que incluso se manifestaron en la puerta del edificio legislativo. En tanto, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China la calificó de «acto de intimidación». «Aunque Estados Unidos nunca ha encontrado pruebas de que TikTok amenace la seguridad nacional estadounidense, no ha dejado de reprimirla», afirmó el portavoz de la Cancillería china. Wang Wenbin.
Así escaló la pelea entre EE.UU. y TikTok. Una guerra que esconde otra guerra. La de las dos potencias más fuertes del planeta. Casi nada. Una guerra que no tiene nada de virtual. Es bien real.
Publicado en cooperación con MundoNews