El colegio Thomas Jefferson High School for Science and Technology ubicado en Alexandria, Estados Unidos, le ocultó ciertos premios a determinados estudiantes para no lastimar los sentimientos de los demás alumnos.
Es así como ocultó, durante cinco años, las notificaciones de algunos que jóvenes habían aprobado el PSAT, una evaluación que precisa si un alumno puede ser considerado un «prestigioso erudito» de Mérito Nacional para acceder a la Beca Nacional al Mérito. Quienes pasan esta prueba tienen la posibilidad de obtener millones de dólares en becas y 800 becas especiales de patrocinadores corporativos.
La información fue dada a conocer por el City Journal, que indicó que la directora, Ann Bonitatibus, y el director de servicios estudiantiles, Brandon Kosatka, que fueron designados hace justamente cinco años en sus cargos, optaron por no llevar a cabo la evaluación de admisión que tiene en cuenta el mérito con el objetivo de impulsar la «diversidad».
Cuando el ocultamiento de las notificaciones, salió a la luz, Kosatka reconoció que era cierto y fundamentó el accionar del colegio al argumentar que «queremos reconocer a los estudiantes por lo que son como individuos, no centrarnos en sus logros».