Fernando Cerimedo es consultor político y fue acusado de impulsar la toma del Congreso en Brasil. En este contexto, conversó hoy con Ari Paluch en Radio Rivadavia y lo primero que aclaró fue que él se encuentra en Argentina no en territorio brasileño. Sobre la acusación afirmó que «es una falacia total» y remarcó que «no creo tener tanto poder».
En esa línea precisó que «yo fui quien denunció el fraude electoral, en noviembre pasado, con todas las pruebas técnicas y jurídicas, junto con personal de Brasil y las Fuerzas Armadas» y aseveró que «a partir de ahí yo fui censurado en Brasil«. En ese punto, subrayó que «la gente que se comunica conmigo lo hace porque uso una VPN o porque me ve en Instagram» y aseguró que «hay miles de cuentas con mi nombre en Instagram, en Twitter y en Telegram y yo no tengo Telegram«.
«Apareció un canal de Telegram con mi persona que ni siquiera incitó a la toma, si no que puso una captura de un cartelito que decía, ‘todos a Brasilia’ y ahí se empezó a publicar que yo era el incitador», indicó.
Sobre la denuncia que llevó a cabo, aseguró que «hubo fraude técnica y jurídicamente probado» y explicó que «hay nueve tipos de anomalías en las máquinas de votación». En ese punto, detalló que «en la segunda vuelta hubo cuatro millones de votos que fueron directamente para Lula. Pero no solamente votos de Bolsonaro también votos en blanco y de personas que no fueron a votar. También personas que quisieron votar y cuando fueron, la máquina les decía que ya habían votado«.
Por lo tanto, sostuvo que «cada cierta cantidad de votos que iban para Bolsonaro se acreditaban para Lula» y añadió que «incluso en la trasmisión de los resultados también se detectó que hubo urnas que fueron modificadas«. Ante ese escenario, hizo hincapié en que «esto no son conspiraciones, esto se hizo con datos públicos«.
«Lo que despierta la alarma primero son los tipos de urna: las urnas que son modelo 2020, que fueron auditadas y tienen una memoria interna que no puede ser manipulada y se utilizaron otros cinco modelos de urna que no fueron auditadas para esta elección y que tienen una memoria externa, o sea, un USB para extraer los datos y después trasmitirlos», puntualizó y recalcó que «los problemas están en las máquinas viejas que no fueron auditadas, en las nuevas no».
Acerca de Bolsonaro, afirmó que «lo querían meter preso desde el primer momento» y sobre el asalto a las instituciones en Brasil, aseveró que «fue una manifestación de un grupo de gente, bolsonaristas, que quieren un código fuerte y que se desmadró«. Además, consideró que «es un poco fuerte decirle golpe de Estado a la toma de edificios, no se quiso sacar a nadie, esa no era la intención«.
— GLOBAL LAW (@global_law_1) January 10, 2023
Nuevamente hizo hincapié en la presunta censura y aseguró que «desde el 4 de noviembre se está encarcelando a gente simplemente por opinar» y sostuvo que «en Brasil hay un campo de concentración en el que hay encarcelada 800 personas. Ayer, a las 11 de la noche, liberaron a los mayores de 60 años y a los menores de edad«. «No son personas que esté probado que se encontraban en la manifestación«, marcó.