El estado de Australia que incluye a Sydney informó hoy un nuevo récord de 356 casos de coronavirus en medio de un fuerte rebrote provocado por la variante Delta y pese a siete semanas seguidas de confinamiento.
El Gobierno del estado de Nueva Gales del Sur, el más poblado de Australia, notificó además cuatro muertes por Covid-19, con lo que trepó a 32 el total de decesos desde que el rebrote fue detectado en Sydney a mediados de junio.
Más del 80% de la población del estado está bajo confinamiento, incluyendo a Sydney y su zona metropolitana, donde viven 5 de los 8,2 millones de habitantes de Nueva Gales del Sur.
El confinamiento de Sydney, la ciudad más grande de Australia y de Oceanía, empezó el 26 de junio, y se están evaporando las esperanzas de que las restricciones puedan ser levantadas en la fecha prevista del 28 de agosto.
El foco de contagios que provocó su confinamiento ha provocado hasta ahora un total de 5.805 casos, incluyendo las 32 muertes, según cifras oficiales.
«Nuestra estrategia es acercarnos al máximo a cero (casos), pero desgraciadamente estamos viendo que las cifras aumentan en estos días», dijo hoy la jefa de Gobierno del estado, la premier Gladys Berejiklian, informó la agencia de noticias AFP.
Mientras tanto, en Melbourne, la segunda ciudad del país, en el estado de Victoria, 5 millones de habitantes están confinados por sexta vez desde el inicio de la pandemia después de que se registrara un foco de contagios la semana pasada.
Durante 18 meses la estrategia australiana de lucha contra el virus, basada en una férrea campaña de pruebas de diagnóstico, confinamientos y cierre de fronteras, dio frutos.
Pero la variante Delta, mucho más contagiosa, parece alejar al país de su objetivo «cero covid», y los australianos están hastiados de los sucesivos confinamientos.
Solamente un 20% de los ciudadanos del país ha recibido hasta ahora las dos dosis de la vacuna contra el coronavirus debido a problemas de suministro y a una desconfianza importante de la población frente a los fármacos.
El primer ministro, Scott Morrison, reconoció que el país libra «una difícil batalla» contra la variante Delta y deseó que «todo el mundo pueda reunirse alrededor de la mesa por Navidad».
En total, el país, de 25 millones de habitantes, ha registrado hasta ahora unos 37.000 casos de coronavirus y 940 muertes.